Trump en la Casa Blanca: su nuevo mandato en la escena internacional

Trump ha delineado una política exterior centrada en fortalecer la influencia de EEUU, sobre todo en Occidente y en la competencia con China.

Trump llega a la Casa Blanca en un escenario mundial tenso y cambiante, en el que la política internacional de las grandes potencias se traza condicionada por el control de nuevos recursos naturales, rutas comerciales y áreas de mercado.

Trump reclama a los países más recursos para la OTAN.

Por Olga Rodríguez

Donald Trump llega a la Casa Blanca en un escenario mundial tenso y cambiante, en el que la política internacional de las grandes potencias se traza condicionada por el control de nuevos yacimientos de recursos naturales, rutas comerciales y áreas de mercado. En este contexto, la competición comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China es clave.

El presidente estadounidense ha mostrado en varias ocasiones su interés en ampliar influencia en el hemisferio occidental y, en concreto en las áreas más cercanas al territorio estadounidense. 
Para ello insiste en lanzar desafíos a sus vecinos del norte y del sur, México y Canadá, afirmando que cambiará el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América, declarando la emergencia en la frontera sur, diciendo que sería bueno anexionarse Canadá o anunciando que se hará con el control del canal de Panamá.

La guerra comercial con China es motivo del marcaje que expresa sobre áreas geoestratégicas de la zona, como Groenlandia -territorio bajo soberanía de Dinamarca, es decir, europea-, o el propio canal de Panamá: “China está operando el Canal y no se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá y lo vamos a recuperar”, ha vuelto a decir este lunes.

Otra de las políticas que ha dejado clara es la vinculada a la OTAN, la alianza militar atlántica liderada por Washington, para la que ya en su anterior mandato Trump exigió más gasto a todas las naciones aliadas. Poco después de su victoria electoral en noviembre, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, visitó a Trump en Florida, le elogió esa presión ejercida en su momento y señaló que “debemos hacer más”. La semana pasada Rutte insistió en ello: “No estamos en guerra, pero tampoco en paz. Debemos invertir más en defensa”.

El presidente republicano ha llegado a plantear un gasto militar del 5% a los miembros de la Alianza Atlántica, frente al compromiso del 2% actual. Algunas fuentes prevén que en la Cumbre de La Haya de este verano se eleve el objetivo del gasto militar de los países de la OTAN hasta el 3%, lo que obligaría a los países miembros a invertir menos en políticas sociales.