En medio del proceso electoral que define los destinos de la nación mexicana, una sombra de violencia envuelve a diversos candidatos y políticos, cobrando ya la vida de 24 personas que buscaban servir a su país desde cargos públicos. Hombres y mujeres de distintas filiaciones partidistas han sido víctimas de esta ola de violencia que socava la democracia del país.
Desde diciembre del año pasado hasta la fecha, se han registrado múltiples casos de aspirantes y políticos asesinados:
En diciembre del 2023, figuras como Jaime Damaso Solís, aspirante a la alcaldía de Zitlala en Guerrero; Miguel Ángel Cruz Robles, en busca de la candidatura a la Presidencia Municipal de Villa del Carbón en el Estado de México por Morena; Wilman Monje Morales, exalcalde del municipio de Gutiérrez Zamora, Veracruz, y aspirante a la diputación local por MC; Alejandro Lanuza Hernández, regidor panista de Salvatierra; Javier Torres Barrera, excandidato del PAN a la alcaldía de Chiautla de Tapia en Puebla; Dagoberto García, aspirante a la candidatura por la presidencia municipal de Maravatío Rivera por Morena; y Ricardo Taja Ramírez, precandidato a la alcaldía de Acapulco, Guerrero por Morena, perdieron la vida de manera violenta.
En enero del 2024, la violencia no dio tregua, cobrando la vida de Giovanni Lezama Barrera, secretario general del PAN en Morelos; David Rey González Moreno, aspirante a la presidencia municipal de Suchiate, Chiapas por el Frente Amplio por México; Sergio Hueso, aspirante a la candidatura de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Armería, Colima; Miriam Nohemí Ríos Ríos, dirigente de Movimiento Ciudadano (MC) en el municipio de Jacona, Michoacán; Marcelino Ruíz Esteban, perredista exalcalde de Atlixtac, Guerrero; y José Alejandro Naredo García, dirigente del PRD en el municipio veracruzano de Cuitláhuac.
El mes de febrero vio caer a Jaime Vera, precandidato de Morena y PVEM a la alcaldía de Mascota, Jalisco; Juan Pérez Guardado, secretario de Desarrollo Social del municipio de Fresnillo, Zacatecas; Yair Martín Romero Segura, precandidato a diputación federal por Morena; Miguel Ángel Zavala Reyes, precandidato de Morena a la alcaldía de Maravatío, Michoacán; y Armando Pérez Luna, precandidato del PAN a la alcaldía de Maravatío, Michoacán.
Marzo del 2024 continuó la escalada de violencia, con los asesinatos de Alfredo González Díaz, aspirante del PT a la alcaldía de Atoyac, Guerrero; Tomás Morales Patrón, aspirante de Morena a la alcaldía de Chilapa, Guerrero; Diego Pérez Méndez, precandidato del PRI a la alcaldía de San Juan Cancuc, Chiapas; y Jaime González Pérez, precandidato morenista a la alcaldía de Acatzingo, Puebla.
Estos trágicos sucesos ponen de manifiesto los desafíos que enfrenta México en su proceso democrático, donde la violencia política sigue cobrando un precio demasiado alto en vidas humanas.