Se espera que en unos días arribe a las costas del estado estadounidense de Florida, que aún no se ha recuperado del devastador huracán Helene.
La tormenta tropical Milton podría convertirse en un gran huracán, es decir, de categoría 3 o mayor, y llegar a las costas de Florida la próxima semana, advirtió el domingo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
4PM CDT Oct 5: Tropical Storm Milton is forecast to strengthen quickly and bring the risk of life-threatening impacts to portions of the west coast of Florida Tuesday or Wednesday. Make sure to check back for updates through the weekend and into next week at… pic.twitter.com/ODXkMcuLAz
— National Hurricane Center (@NHC_Atlantic) October 5, 2024
El fenómeno meteorológico, que se formó el sábado en el golfo de México, «avanza lento», pero se espera que «se fortalezca rápidamente», informó el organismo. Hay un «riesgo de impactos potencialmente mortales en aumento en partes de la costa oeste de Florida», se comunica.
Milton se encontraba la madrugada del domingo a unos 565 kilómetros al oeste-noroeste de la ciudad mexicana de Progreso, en la península de Yucatán, y a unos 1.360 kilómetros oeste-suroeste de Tampa, Florida.
De acuerdo con el reporte, el huracán se dirigía al este a 8 km/h con vientos sostenidos de 80 km/h. Se espera que llegue al estado estadounidense, que aún intenta recuperarse del paso del huracán Helene, el martes o el miércoles de la próxima semana.
Estado azotado por los huracanes
Ante tal panorama, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia en 35 condados. «Mientras muchos continúan recuperándose del huracán Helene, he ordenado a la División de Gestión de Emergencias de Florida y al Departamento de Transporte de Florida que coordinen todo el personal y los recursos disponibles para complementar a las comunidades locales mientras aceleran la remoción de escombros en las áreas afectadas», comunicó el mandatario estatal.
Helene tocó tierra el pasado 26 de septiembre en Big Bend, Florida, como un huracán de categoría 4, dejando más de 200 muertos, inundaciones catastróficas y cuantiosos destrozos en seis estados del sudeste estadounidense. Se trató de uno de los huracanes más mortíferos de la historia del país.