A un ritmo de 10 minutos por dictamen, los senadores del bloque mayoritario aprobaron 20 reformas durante la madrugada de este sábado.
Comenzaron a las 22:00 horas del viernes en la antigua sede de Xicoténcatl, luego de haberse reunido en Palacio Nacional con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien los apuró a legislar los temas urgentes del Gobierno y mantener la unidad, ante las divisiones surgidas por la competencia entre las «corcholatas».
La desaparición del Insabi, de la Financiera Rural y del Conacyt, la modificación a la Ley Minera para reducir el tiempo de concesiones y aumentar sanciones, el cobro a lo chino de créditos hipotecarios a trabajadores al Servicio del Estado y la creación de asignaciones para uso de vías férreas, para que el Ejército opere el Tren Maya, fueron aprobadas por la mayoría con dispensa de trámites, entre otros temas.
Además, no hubo oradores a favor ni oradores en contra, tampoco se presentaron reservas y nadie se quejó del proceso legislativo, porque la Oposición estaba en la sede el Senado en Reforma, donde mantenían la tribuna tomada.
Uno tras otro fueron presentándose los dictámenes sin siquiera una explicación amplia de su contenido; los senadores solo debían abrir un código QR en su celular, por si querían saber qué estaban votando.
Si un televidente seguía la sesión desde el Canal del Congreso, nunca supo qué fue lo que se aprobó, porque nadie explicó el contenido de tan importantes reformas.
El primer dictamen fue la reforma constitucional para inhabilitar los derechos de hombres que hayan sido violentadores y deudores de pensión alimenticia, para que no puedan ser candidatos a cargos de elección popular ni asumir cargos públicos. Esta reforma se aprobó con 63 votos a favor y dos abstenciones.
No todo fue miel sobre hojuelas. La reforma constitucional para reducir a 18 años la edad para ser diputado, promovida por la diputada Andrea Chávez, la legisladora más cercana al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, apenas logró las dos terceras partes de los legisladores presentes. De 66 votos, hubo 45 a favor, 9 en contra y 12 abstenciones, en la raya para lograr la mayoría calificada.
La desaparición del Insabi no les mereció mayor debate a los senadores.
Lilia Margarita Valdez se tomó unos segundos para decir que no se trataba de corregir un error del Gobierno de López Obrador, sino que era la «actualización» de la legislación para construir un sistema de salud que atienda por igual a todos los mexicanos.
Con 64 votos a favor y solo uno en contra, se desapareció el modelo centralista del Insabi para otorgar servicios médicos a la población sin seguridad social y pasar la responsabilidad, ahora con un esquema federalista, al nuevo organismo IMSS-Bienestar.
Para la extinción de la Financiera Rural los senadores solo necesitaron 15 minutos. Con problemas para mantener el quórum, sumaron 57 votos a favor, 4 en contra y cinco abstenciones.
El tema se consideró suficientemente discutido, porque nadie de los que no estuvieron de acuerdo tuvieron ánimo para decir algo sobre la desaparición del único organismo que daba créditos a los productores agropecuarios y que alcanzó una cartera vencida de más de 8 mil millones de pesos en este sexenio.
Los 18 dictámenes discutidos en «fast track» acelerado fueron enviados al Ejecutivo para su publicación y dos reformas constitucionales se enviaron a los congresos locales para su aprobación.
Cuando acabó la sesión en Xico, senadores de Oposición liberaron la tribuna del pleno de Reforma y retiraron las mantas con las que exigían el nombramiento de los comisionados del INAI.