Las protestas en el Poder Judicial intensificaron las críticas y demandas por justicia ante el Consejo de la Judicatura Federal.
El Poder Judicial insiste en seguir manifestando su desacuerdo ante la reforma judicial.
Por Miguel Montesinos León
Este periodista acudió al plantón instalado en el Poder Judicial de la Federación del Consejo de la Judicatura Federal, en el Edificio Sede San Lázaro, en la capital del país. En una entrevista con diversos medios de comunicación, Iván Martínez García, actual secretario del Tribunal Federal del Primer Circuito Colegiado en Materia de Apelación Penal, con sede en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, informó: “Tomé protesta como juez de Distrito el pasado 27 de mayo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y estoy pendiente de adscripción.”
Al ser preguntado por los periodistas, Martínez García dijo: “Me parece que debemos continuar expresándonos de esta manera, de manera pacífica, mientras atendemos los asuntos urgentes que se presentan en materia penal, para que los temas de gran relevancia no se detengan.”
Desde mi perspectiva como periodista, puedo señalar que en materia de justicia penal, civil y administrativa, se exigen derechos cuando se sienten vulnerados. Sin embargo, queda la duda sobre qué se dice en relación con el sinnúmero de recluidos que han sido acusados falsamente y se han convertido en víctimas de culpables erróneos.
¿Cómo planea el personal del sistema de justicia, perteneciente al Poder Judicial, resarcir el daño causado a las víctimas de detenidos fabricados? ¿Quién se encargará de resarcir el daño causado por la actual presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien, siendo ministra de la Primera Sala Penal, se ensañó con el ciudadano Guillermo Rivera?
Después de más de nueve años, Rivera sigue esperando justicia, mientras la autoridad municipal y comunal de San Cristóbal Suchixtlahuaca, en la región Mixteca de Oaxaca, otorgó inmunidad a Adelfo Regino Montes, actual director nacional del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, sin importar que a Rivera le despojaron su rebaño de chivos y la autoridad también le confiscó su casa y tierras de cultivo, a pesar de que su casa era herencia de sus abuelos.