Por Diana Gante
La quema y desaprovechamiento del gas natural en México se mantendrá como una constante mientras no se desarrolle la infraestructura para su comercialización, consideró Carlos Torres, vicepresidente senior y jefe de investigación de mercados de gas y energía en Rystad Energy.
«México tiene mucho gas que se está quedando en los yacimientos sin ser explotado por la falta de inversión y por la falta de infraestructura», apuntó en entrevista.
Explicó que el País está perdiendo la oportunidad de explotar sus reservas y hacer frente a la demanda creciente, principalmente del sector industrial.
«La quema de gas en México se está dando por la falta de estructura para poder comercializar ese gas; muchas veces faltan los ductos para llevar el gas a los centros de demanda. Es costoso desarrollar esa infraestructura y por eso se tiene que quemar, pero se está perdiendo una gran oportunidad porque las proyecciones de demanda de gas en México siguen creciendo», señaló.
«Se requiere gas y estamos dependiendo de las importaciones de Estados Unidos cada vez más», agregó.
Al cuestionarlo sobre las limitantes que no permiten el desarrollo de la infraestructura del gas, el analista explicó que son varios los factores que influyen; por ejemplo, que Petróleos Mexicanos (Pemex) está limitado en su capacidad para nueva inversión, mientras que las empresas privadas con intención de invertir se han detenido por la incertidumbre política y legislativa actual.
El último dato disponible del Global Gas Flaring Tracker, realizado por el Banco Mundial (BM), expone que la quema de gas en 2021 fue de 6 mil 509 millones de metros cúbicos, que equivalen a 747 millones de dólares en ventas, publicó Grupo REFORMA en noviembre pasado.
Sin embargo, Torres mencionó que aunque se buscara desarrollar la infraestructura para el gas, México se enfrentaría a un nuevo reto relacionado con el costo que tendría la molécula y si podría llegar a tener precios tan competitivos en comparación con el gas texano.
«Hay que ver qué tan competitivo es el precio del gas que se lograría comercializar, porque la ventaja de Estados Unidos es que ya tiene toda la infraestructura y su costo de producción, de comercialización y de transporte es muy bajo.
«Entonces habría que ver cuál es el costo de la infraestructura requerida porque, al final de cuentas, se tiene que sumar al costo de comercialización. Probablemente sea difícil llegar a un nivel tan bajo de precios de gas como el que tiene Estados Unidos y eso limita un poco el potencial de México», dijo.
En las provincias gaseras de Estados Unidos, los precios de referencia del gas rondan los 3 dólares por millón de unidad térmica (BTU), mientras que en México están entre los 5 y 6 dólares.