Miles de palestinos desplazados han comenzado a regresar al norte de Gaza tras acuerdo mediado por Qatar que incluye la liberación de tres rehenes israelíes.
Los palestinos desplazados han comenzado a retornar a lo largo de la carretera de Al Rashid, a través de la parte occidental del puesto de control de Netzarim hacia la ciudad de Gaza.
Los palestinos desplazados han comenzado a regresar al norte de Gaza, según ha informado el Ministerio del Interior del territorio, después de que uno de los mediadores, Qatar, afirmara que se ha alcanzado un acuerdo para liberar a una rehén civil israelí, resolviendo así la primera gran crisis del frágil alto el fuego entre Israel y el grupo palestino Hamás.
Qatar ha anunciado a primera hora del lunes que Hamás entregaría a la rehén civil, Arbel Yehoud, junto con otros dos rehenes antes del viernes. A cambio, las autoridades israelíes permitirían a los palestinos regresar al norte de la Franja, de donde fueron expulsados hace más de un año.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho en un comunicado que la liberación de los rehenes tendrá lugar el jueves. “El paso de los palestinos desplazados ha comenzado a lo largo de la carretera de Al Rashid, a través de la parte occidental del puesto de control de Netzarim hacia la ciudad de Gaza y la parte norte” de la Franja de Gaza, ha señalado un funcionario a la agencia de noticias AFP.
Las imágenes publicadas en las redes sociales muestran a miles de personas recorriendo las arenosas calzadas bordeadas por la devastación tras más de un año de ataques aéreos israelíes.
En respuesta a la noticia de que podían empezar a dirigirse hacia el norte a primera hora del lunes, las familias desplazadas estallaron en vítores en los refugios y campamentos de tiendas de campaña. “No duermo, tengo todo empacado y listo para partir con la primera luz del día”, decía Ghada, madre de cinco hijos. “Al menos volvemos a casa, ahora puedo decir que la guerra ha terminado y espero que se mantenga la calma”, señalaba a la agencia de noticias Reuters en una conversación telefónica.
En virtud del acuerdo de alto el fuego, Israel iba a permitir el pasado sábado a los palestinos regresar a sus hogares en el norte de Gaza. Sin embargo, el Ejecutivo de Netanyahu lo suspendió a causa de Yehoud que, según Tel Aviv, debería haber sido liberada el sábado. Hamás acusó a Israel de violar el acuerdo.
La liberación de Yehoud y otros dos rehenes se suma a la ya fijada para el próximo sábado, cuando deberían ser puestos en libertad tres más de los secuestrados el 7 de octubre de 2023.
Israel ha confirmado este lunes que recibió anoche una lista de Hamás en la que se indica que 25 de los 33 rehenes que serán liberados en la primera fase de alto el fuego siguen con vida. “Puedo confirmar que Israel ha recibido de Hamás una lista que incluye el estatus de los 33 rehenes que serán liberados en esta primera etapa. La lista coincide con la información de inteligencia de Israel. Veinticinco de nuestros rehenes están vivos y ocho han sido asesinados por Hamás”, ha detallado el portavoz del Ejecutivo israelí, David Mencer, en una videoconferencia con periodistas.
A través del corredor de Netzarim
Miles de palestinos se han congregado en los controles de carretera israelíes durante los dos últimos días, esperando poder desplazarse hacia el norte a través del corredor de Netzarim, que divide el territorio en dos. Las fuerzas israelíes dispararon contra la multitud en tres ocasiones durante la noche y el domingo, matando a dos personas e hiriendo a nueve, entre ellas un niño, según el hospital Al Awda, que recibió a las víctimas.
En un comunicado, el Ejército israelí declaró que había efectuado disparos de advertencia contra “varias concentraciones de decenas de sospechosos que avanzaban hacia las tropas y suponían una amenaza para ellas”.
Israel se ha retirado de varias zonas de Gaza en virtud del alto el fuego, que entró en vigor el domingo 19. El Ejército ha advertido a la población que se mantenga alejada de sus fuerzas, que siguen operando en una zona tampón dentro de Gaza, a lo largo de la frontera con Israel, y en el corredor de Netzarim.
El recién investido secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, habló con Netanyahu el domingo, en la primera llamada del jefe del Pentágono con un líder extranjero. “El secretario subrayó que Estados Unidos está plenamente comprometido bajo el liderazgo del presidente Trump a garantizar que Israel tenga las capacidades que necesita para defenderse”, dijo el Pentágono en un comunicado, en el que no especificó por qué Hegseth habló con Netanyahu en lugar de con su homólogo directo, Israel Katz.
El presidente Donald Trump sugirió el domingo que la mayor parte de la población de Gaza sea reasentada al menos temporalmente en otros lugares, incluidos Egipto y Jordania, para “simplemente limpiar” el territorio devastado por la guerra. Egipto, Jordania y los palestinos lo rechazaron, entre temores de que Israel no permita nunca el regreso de los refugiados.
Bassem Naim, alto cargo de Hamás, afirmó que los palestinos nunca aceptarían una propuesta de este tipo, “aunque parezca bienintencionada bajo el pretexto de la reconstrucción”. Afirmó que los palestinos pueden reconstruir Gaza “incluso mejor que antes” si Israel levanta el bloqueo.
En Líbano, las fuerzas israelíes también abrieron fuego contra manifestantes civiles que intentaban llegar a sus aldeas de origen, matando al menos a 22 personas, entre ellas al menos seis mujeres y un soldado del Ejército libanés, e hiriendo a 124, según las autoridades sanitarias libanesas. Israel acusó al Ejército libanés de violar compromisos clave del acuerdo de alto el fuego entre el grupo libanés Hizbulá e Israel, en el que también participan las Fuerzas Armadas del país y los cascos azules de la ONU.
Horas más tarde, el domingo, la Casa Blanca declaró que Israel y Líbano habían acordado ampliar el plazo para que las tropas israelíes abandonaran el sur de Líbano hasta el 18 de febrero, después de que Israel solicitara más tiempo para retirarse más allá del plazo de 60 días estipulado en el acuerdo de alto el fuego que entró en vigor a finales de noviembre.
Mientras, el alto el fuego en Gaza pretende poner fin a la guerra de 15 meses desencadenada a raiz del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y liberar a los rehenes que aún permanecen en el enclave costero, a cambio de cientos de prisioneros palestinos. Unos 90 rehenes siguen en Gaza, y las autoridades israelíes creen que al menos un tercio, y hasta la mitad, han muerto.
Itzik Horn, padre de los rehenes Iair y Eitan Horn, calificó cualquier reanudación de los combates de “sentencia de muerte para los rehenes” y criticó a los ministros del Gobierno que quieren que la guerra continúe.
La primera fase del alto el fuego durará hasta principios de marzo e incluye la liberación de 33 rehenes y casi 2.000 prisioneros palestinos. La segunda fase, mucho más difícil, aún no se ha negociado. Hamás ha afirmado que no liberará a los rehenes restantes si no se pone fin a la guerra, mientras que Israel ha amenazado con reanudar su ofensiva hasta destruir a Hamás.
Los militantes dirigidos por Hamás mataron a 1.200 personas en el ataque del 7 de octubre, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 personas. Más de 100 fueron liberadas durante un alto el fuego de una semana en noviembre de 2023. Las fuerzas israelíes han rescatado a ocho rehenes vivos y recuperado los restos de decenas más, al menos tres de ellos muertos por error por las fuerzas israelíes. Siete han sido liberados en el último alto el fuego.
La campaña militar de Israel ha matado a más de 47.000 palestinos, más de la mitad de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, que no indica cuántos de los muertos eran combatientes. El ejército israelí afirma que ha matado a más de 17.000 combatientes, sin aportar pruebas.
Los bombardeos y las operaciones terrestres israelíes han arrasado amplias franjas de Gaza y han desplazado a cerca del 90% de sus 2,3 millones de habitantes. Muchos de los que han regresado a sus hogares desde que comenzó el alto el fuego sólo han encontrado montones de escombros.