En México, un país que se encuentra en el foco de los ciberataques en América Latina, el año 2022 registró un alarmante aumento del 20% en incidentes cibernéticos, sumando un total de 187 millones de ataques, según informa Fortinet, una autoridad global en soluciones de ciberseguridad. Recientemente, un nuevo tipo de fraude a través de WhatsApp ha comenzado a preocupar a los usuarios de esta popular aplicación de mensajería, propiedad de Meta.
Este novedoso engaño inicia cuando los delincuentes cibernéticos logran apoderarse de las cuentas de WhatsApp, solicitando a sus víctimas completar el proceso de verificación de dos pasos para seguir utilizando su cuenta tanto en dispositivos móviles como en la versión web. Una de las afectadas, quien prefirió mantener su identidad en reserva, compartió su experiencia con el medio Heraldo Binario. Mientras se ocupaba en sus actividades diarias, recibió una notificación para finalizar esta verificación, proceso durante el cual los estafadores lograron hacerse con el control de su cuenta.
En menos de diez minutos, los ciberdelincuentes, aprovechando la usurpación de la cuenta, empezaron a enviar mensajes a los contactos de la víctima, pidiendo transferencias de dinero a cuentas bancarias vinculadas a BBVA, HSBC y Banco Azteca. A pesar de intentar bloquear y reportar su número para que WhatsApp suspendiera la cuenta, la plataforma no pudo tomar acciones inmediatas, dado que las aplicaciones son gestionadas de manera independiente a los servicios de telefonía como Telcel.
La afectada también enfrentó la necesidad de cambiar su número telefónico en todas sus redes sociales, después de haberlo usado durante años, dado que los atacantes seguían operando bajo su identidad. Esta situación no solo afectó su reputación, sino que también causó una desconfianza generalizada hacia la seguridad de los medios digitales y la gestión de la identidad personal en línea.
Aunque la víctima reportó los hechos a los bancos involucrados y estaba en condiciones de presentar una denuncia por robo de identidad, los procedimientos legales requerían que las personas directamente afectadas (quienes perdieron dinero) también presentaran sus denuncias, un proceso que muchos encuentran largo y tedioso.