La manipulación mediática y el desvío de la responsabilidad oficial son el resultado ahora del asesinato del padre Marcelo Pérez en Chiapas, México.
La diputada de Morena Patricia Armendariz pese a que se disculpó por revictimizar a la víctima, quedó el registro de su desconsideración en México.
Por Mario Luis Altuzar Suárez
Ni cómo ayudar a los morenacos. Ante ejecuciones de enemigos y adversarios, se apresuran a revictimizarlos. Lo que genera el efecto bumerang: Dejar bajo sospecha a hombres y mujeres en el poder, bajo el signo guinda, caracterizado por los antecedentes delincuenciales de sus más destacados funcionarios públicos.
El ejemplo más reciente, es la empresaria racista y ex legisladora comiteca septuagenaria, Carmen Patricia Armendáriz Guerra, que escribió en su cuenta X antes Twitter:
“Me atrevo a sospechar que el crimen organizado ha rozado a la iglesia. El Sacerdote asesinado en San Cristóbal a decir de muchos tenía bienes que no vienen de la limosna. Menos de una comunidad tan pobre”.
No cabe duda que @PatyArmendariz es, una mujer miserable y perversa, solo una persona sucia y de mala entraña se atrevería a revictimizar a alguien que fue asesinado por exigír respeto a los derechos humanos como lo hacia el sacerdote Marcelo Pérez Pérez. pic.twitter.com/8HMujZi2lS
— Octavio Pérez García (@OPerezestopier) October 22, 2024
Se refiere al párroco jesuita Marcelo Pérez Pérez, de 50 años, ejecutado de nueve balazos el domingo 20 de octubre, cuando salía de oficiar una misa en el barrio Cuxtitali, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y estaba a punto de abordar su camioneta.
La actuaria Armendáriz Guerra acusa sin pruebas y con fuentes anónimas: “a decir de muchos tenía bienes que no vienen de la limosna”. Acusar sin pruebas es difamación y cuando menos, calumnia, para inducir la idea de que el párroco tiene bienes productos del crimen organizado, al que sospecha “ha rozado a la iglesia”.
Si consideramos que la víctima es indígena tzotzil, la acusación cobarde de la empresaria para criminalizar a la víctima, confirma su ideario racista si recordamos que el 21 de abril del 2023, se difundió un audio en que gritó y humilló a un grupo de indígenas, mayas y lacandones: «Es la tercera reunión, es la tercera reunión tengo con ustedes y me salen con sus pendejadas”.
Caro le salió el tener que disculparse públicamente para tratar de rescatar su “capital político” y sus ingresos que no precisamente provienen de la dieta legislativa, sino de los programas sociales con los que dice, atender a las comunidades indígenas, como lo reconoció en la misma red social: “Yo voy a mis comunidades más marginadas les llevo programas”.
Al margen de las cuestiones personales de la que se dice doctora en Economía, se observa la intensión de “desacreditar” a la víctima para desviar la atención de la responsabilidad oficial, por omisión o por acción, si se recuerda que en años pasados la Fiscalía General del Estado intentó arrestar al párroco con falsas acusaciones.
El jesuita iniciaba la organización de tres diócesis para exigir la detención de la guerra entre narcos y paramilitares contra los indígenas, el sector más vulnerable, y que algunos periodistas apodaron al gobernador Rutilio Escandón Cadenas, “el hombre del tiempo”, por su negativa a aceptar los asesinatos, degollamientos, desplazamientos y quemas de casas con balaceras, con su pauta publicitaria de que eran “truenos por la lluvia”.
El protagonismo para sacudirse las sospechas, llevó al extremo a Escandón Cadenas a “informar” en las redes sociales, la detención del supuesto autor material: “Mi reconocimiento a las autoridades de Procuración de Justicia, quienes me han informado que ha sido detenido el autor material de la muerte del padre Marcelo”.
Y en el Salón Tesorería de Palacio Nacional un galimatías de que es “necesario trabajar” en una reunión con los dos gobernadores, el saliente y el entrante.
Diversos medios nacionales han acusado de corrupto al gobernador Moreno que entregará un estado bañado en sangre al comiteco Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, considerado testaferro de Manuel Velasco Coello, que lo hizo presidente municipal de Comitán, Diputado local, su secretario general de gobierno, Senador y ahora Gobernador.
Una directriz que en nada envidia a los 23 días de la política presidencial, mostrada por Omar García Harfuch, al señalar a Alejandro Arcos Catalán de 43 años, alcalde priista de Chilpancingo, Guerrero, de dejarse matar y decapitar el 21 de septiembre, a seis días de haber asumido el cargo, por el crimen organizado para dejar en mal a la administración de la de origen lituano comunista.
Si a eso se suma el desacato al mandamiento del juez para bajar la Reforma Judicial del Diario Oficial de la Federación. Los mexicanos estamos en la indefensión en un Estado sin Ley, en donde ejecutaron a poco menos de 30 sacerdotes, con el cinismo de los verdugos de pedir la confesión y la absolución por el crimen que iban a cometer.