El presidente ha rechazado implementar una reforma fiscal progresiva y ha apostado al cobro de adeudos fiscales para financiar al Gobierno, un mantra político que Sheinbaum promete continuar
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha aprovechado la época electoral como plataforma para impulsar la batalla por los millonarios impuestos que los grandes contribuyentes adeudan al fisco. El mandatario se ha negado a implementar una reforma fiscal progresiva para financiar las políticas de Estado, guiado por la convicción de que basta con que las grandes empresas paguen los impuestos justos y, sobre todo, los adeudos fiscales que arrastran de hace años. Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial oficialista, ha afirmado que, de ganar las elecciones del 2 de junio, seguirá la misma ruta trazada por López Obrador: crecimiento económico y estabilidad sin recurrir a una reforma fiscal, sino a través de reforzar el cerco a los grandes deudores, un modelo que los especialistas consideran insuficiente para financiar las funciones del Estado el próximo sexenio.
Esta semana, López Obrador dio a conocer en su popular Mañanera los esfuerzos del Gobierno para cobrar al magnate Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, un adeudo de 26.000 millones de pesos. La polémica con el empresario ha servido al presidente de percha, incluso, para alimentar la campaña contra el Poder Judicial, luego de acusar a un ministro del Supremo, Luis María Aguilar, de haber retrasado intencionalmente un juicio que permitiría cobrar a Grupo Salinas una parte de su deuda. Sheinbaum se sumó este jueves al pulso contra el magnate. “Hay que pagar impuestos. Los ciudadanos pagamos impuestos, los empresarios ahora pagan más impuestos. Nos corresponde a todos”, dijo la candidata en Monterrey (Nuevo León). En su batalla por los recursos fiscales, el presidente ha arremetido incluso contra personas físicas (no empresas) con las que está políticamente enfrentado. Este jueves, reveló cómo intervino para que el SAT —el órgano tributario— cobrase impuestos pendientes a los periodistas Ciro Gómez Leyva y Joaquín López-Dóriga, muy críticas de su Administración.
El Gobierno ha celebrado por todo lo alto que las empresas mexicanas están rindiendo más cuentas al fisco mexicano. Los grandes contribuyentes ingresaron 2,2 billones de pesos en impuestos en 2023, el 51% de la recaudación total, superior a 4,5 billones de pesos del año pasado. De acuerdo con los datos del SAT, en 2023, se recaudaron 248.651 millones de pesos por actos de fiscalización y se logró la regularización total o parcial de 918 grandes empresas. Esta cifra supone un crecimiento de recaudación del 30,35% respecto a 2022.