A cuatro meses de las elecciones, AMLO va por el Plan «E». Ayer anunció que intentará cerrar su gobierno con un paquete de reformas legislativas que requieren de mayoría calificada en el Congreso, que por ahora no tiene.
La nueva Legislatura asumirá sus funciones en septiembre por lo que el Presidente podrá presionar para su aprobación en ese periodo de sesiones y antes de que concluya su mandato en octubre. Con ello consumaría los cambios que se propuso y que heredaría a su sucesora o sucesor.
El Mandatario presentará, el 5 de febrero, propuestas de cambios al Poder Judicial para elegir a Ministros, Magistrados y Jueces en urnas y una iniciativa electoral para cambiar al INE y desaparecer plurinominales. A esto le ha denominado Plan «C».
Asimismo, una iniciativa para reactivar el funcionamiento de trenes de pasajeros en vías concesionadas para transporte de carga.
Aunque había dicho que enviaría estas propuestas en septiembre de 2024, después de las elecciones, AMLO decidió adelantarlas para febrero, mes previo del inicio de la campaña electoral para renovar Congreso y elegir Presidente, por lo que se convertirán en debate electoral.
Dado que ahora no podrían aprobarse las iniciativas presidenciales, serán materia de propaganda para promover el voto por la mayoría legislativa calificada a decidirse en junio próximo.
El Presidente adelantó que expondrá las iniciativas en Palacio Nacional, por lo que no acudirá a la ceremonia que se realiza todos los años en Querétaro, donde hubiera podido encontrarse con la presidenta de la Corte, la Ministra Norma Piña.
Carlos Ramírez, consultor en Integralia, advirtió que la reforma en pensiones es solamente un teatro político.
«El Presidente estaría diciendo: ‘yo les mando esto’, pensando que se la van a rechazar, y, al rechazo, decir: ‘ya ven, yo quería subir las pensiones’, pero la Oposición no quiso», expuso.
Con información de Charlene Domínguez