La nueva agrupación levanta sospechas por la entrada en política de la iglesia de Naasón Joaquín, condenado por abuso de menores en EE UU. Su líder, el diputado Emmanuel Reyes Carmona, asegura que la religión “no tiene nada que ver”
Por ELÍAS CAMHAJI
Emmanuel Reyes Carmona posó sonriente y subió una foto a sus redes sociales con sus dos compañeros de batalla, Favio Castellanos Polanco y Hamlet García Almaguer. Los tres tienen muchas cosas en común: son más o menos de la misma edad, estudiaron Derecho, trabajan como diputados federales, pertenecen a Morena ―el partido de Andrés Manuel López Obrador―, y todos son fieles de la iglesia mexicana La Luz del Mundo. “Lo logramos”, escribió Reyes Carmona cuando recibió la noticia el pasado 28 de abril de que Humanismo Mexicano, la organización que él encabeza, obtuvo su registro como agrupación política nacional, apenas un escalón por debajo del estatus que tienen los partidos políticos en México.
La asociación ha levantado sospechas desde el inicio porque Naasón Joaquín García, el líder de La Luz del Mundo, se declaró culpable el año pasado de tres cargos por abuso sexual de menores para evitar el riesgo de pasar el resto de su vida en una cárcel de Estados Unidos. Porque la iglesia ha sido denunciada de interferir en elecciones, demandada por lavado de dinero y transacciones irregulares en paraísos fiscales, y acusada de tejer alianzas políticas durante décadas con fuerzas de todo el espectro político a lo largo y ancho del continente. Y porque México es un país laico y no admite la participación de grupos religiosos en la política desde hace más de 150 años. En el límite entre los asuntos de Dios y los de los hombres, Reyes Carmona niega en entrevista con EL PAÍS cualquier vínculo entre su agrupación y la iglesia, afirma que su lealtad está en el proyecto del presidente y se dice víctima de “persecución religiosa”.
— ¿La iglesia de La Luz del Mundo tiene un papel en Humanismo Mexicano?
— No, no tiene ninguno. Ninguno. Ninguno. Te lo puedo asegurar. Rásquenle, búsquenle. No hay nada que ocultar.
“Ya es legal Humanismo Mexicano, nueva agrupación política de la secta La Luz del Mundo”. “Humanismo Mexicano, ligada a La Luz del Mundo, obtiene su registro ante el Instituto Nacional Electoral”. “La Luz del Mundo entra a la política y se alinea a Morena”. Así reseñaron los medios mexicanos la llegada de la nueva organización, que logró movilizar en menos de cuatro semanas a más de 26.000 ciudadanos para ser reconocida ante las autoridades electorales.
Ante la ola de señalamientos, Reyes Carmona publicó un comunicado en el que rechazaba las acusaciones. En la entrevista, el diputado describe el escándalo de los últimos días como una grilla, mexicanismo que hace referencia a la baja política, y una “campaña de discriminación religiosa”. “¿Entonces, todo lo que haga Emmanuel Reyes por el solo hecho de ser un miembro más de los millones que son de La Luz del Mundo, ya por eso van a decir que La Luz del Mundo está detrás? No estoy de acuerdo. Eso nos pone en un dilema porque tendríamos que preguntarle a cada político de qué religión es y si dice que de la Iglesia católica señalarlos por los casos tan notados [de pederastia] del padre Maciel y de los Legionarios de Cristo”, cuestiona del otro lado del teléfono. “No tiene nada que ver con religiones, este es un proyecto político”, agrega.
Humanismo Mexicano es también el nombre que escogió López Obrador para definir su ideología política en un discurso en noviembre pasado. El Humanismo Mexicano de Reyes Carmona, en sus palabras, “nace recobrando los ideales y principios del presidente” y parte de “ayudar al que menos tiene” y “defender las causas sociales de los oprimidos”. “Somos una organización progresista, liberal, a favor de los derechos y las libertades”, asegura. El diputado llegó al Congreso de la mano del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en septiembre de 2018, pero se cambió a Morena un año más tarde tras acusar a la formación en la que militó desde que tenía 13 años de “incongruencia legislativa”. El partido del presidente, que obtuvo su registro apenas en 2014, inició con una política de puertas abiertas, pero Reyes Carmona dice que desde el año pasado hay muchos más candados y que ahora se pide a los militantes que pasen por programas de capacitación, formación de cuadros y completar una serie de requisitos que pueden resultar “engorrosos”. “Esta es una nueva forma de poder hacer política al interior de la Cuarta Transformación sin tantas restricciones”, asegura.
Ante los reclamos desde la propia dirigencia de Morena, que quiere evitar divisiones y “oportunismo” en su movimiento, Reyes Carmona defiende que hay espacio para todos: “Lo que nosotros estamos buscando es ser el brazo fuerte de Morena. No tenemos pensado ser un partido político”. Silem García, portavoz de la iglesia y excandidato a diputado federal por Movimiento Ciudadano, también ha desmarcado a La Luz del Mundo de Humanismo Mexicano. López Obrador no ha hecho comentarios.
Los diputados de Morena Emmanuel Reyes Carmona, Favio Castellanos y Hamlet García Almaguer, durante el registro de Humanismo Mexicano en el INE, el 28 de abril.@EMMANUELREYESC (RR SS)
“Son un peligro para México y para la sociedad”, afirma, en cambio, Sharim Guzmán, que trabajó durante años como operador político de La Luz del Mundo y es esposo de Sochil Martin, la primera mujer que denunció los abusos de Naasón Joaquín García. Desde 2021, cuando México salió a las urnas para renovar la Cámara baja y votar en elecciones locales, Guzmán denunció que La Luz del Mundo había buscado colocar a por lo menos una veintena de sus miembros en puestos públicos, en medio del proceso judicial contra el llamado apóstol de Jesucristo por violación, abuso sexual de menores, trata de personas y posesión de pornografía infantil ante un tribunal de California, así como de una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la oficina antilavado de la Secretaría de Hacienda, que congeló varias cuentas bancarias a nombre de la iglesia. “Están jugando sus fichas por Morena, el partido en el poder, siguiendo el patrón de lo que han hecho siempre: cuando estaba el PRI, apoyaron al PRI; cuando gobernaba Felipe Calderón, se fueron con Calderón, y cuando Peña Nieto era presidente, apoyaron a Peña Nieto”, dijo entonces.
Las sospechas de que La Luz del Mundo ha tejido pactos políticos se remontan hasta sus orígenes. La religión fue fundada en 1926 por Eusebio Joaquín, abuelo de Naasón y antiguo combatiente durante la Revolución Mexicana (1910-1920). La relación clientelar establecida entre la iglesia y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que estuvo en la presidencia de manera ininterrumpida durante más de 70 años, ha quedado documentada en decenas de trabajos académicos, que son refutados por la organización religiosa. El antropólogo Elio Masferrer, que ha estudiado a la iglesia durante años, explicaba que la negociación era básicamente un intercambio de favores: votos, presencia territorial y operación de las campañas a cambio de concesiones y privilegios. En una entrevista con este diario, Masferrer no tenía empacho en decir que el contubernio entre la iglesia y el Gobierno logró frenar una serie de denuncias en 1997 de antiguos miembros que aseguraron haber sufrido abusos sexuales a manos de Samuel Joaquín, el padre de Naasón, que estuvo al frente de la iglesia por más de 50 años, de 1964 a 2014. “La relación que tenía La Luz del Mundo con el PRI era fuertísima”, afirmaba el especialista. Ese mismo año, por un pacto similar decía Masferrer, las denuncias contra Marcial Maciel y Los Legionarios nunca llegaron a los tribunales.
El apostolado de Naasón Joaquín en 2014 marcó el inicio de ambiciones políticas mayores, asegura Guzmán. El antiguo operador político dice que la iglesia ha perseguido la idea de tener su propio partido desde hace años y recuerda que el líder impulsó la creación de la Asociación de Profesionistas y Empresarios de México (APEM), un brazo para establecer contactos y relaciones con la política. Tras el triunfo de López Obrador, candidato al que la cúpula de la iglesia no apoyaba según Guzmán, no todo fueron malos resultados para la iglesia. Consiguió tres diputaciones y, por primera vez, un escaño en el Senado, ocupado por Israel Zamora, antiguo miembro del PRD, militante del Partido Verde e hijo del exdiputado Rogelio Zamora, presidente de la APEM. “Si hay un bloque de una iglesia en el Parlamento mexicano, es el de La Luz del Mundo. El único bloque confesional son ellos”, decía Masferrer.
“La Luz del Mundo ha estado en el poder durante décadas en México y quiere conservarlo con cualquier partido político”, apuntaba la entonces diputada panista Adriana Dávila, en un punto de acuerdo presentado en 2021. Ese mismo año, en medio de las elecciones y la denuncia de la UIF por manejos irregulares, se filtró un audio en el que el obispo Gilberto García llamaba a sus feligreses a votar por el candidato de Morena al Gobierno de Guadalajara, donde esta confesión tiene su sede central. “No es que a nosotros nos guste meternos en política, pero ante esta situación lo tenemos que hacer”, decía el ministro. La iglesia volvió a negar cualquier vínculo político.
Naasón Joaquín en la Corte Superior del condado de Los Ángeles (California) el 5 de junio de 2019.DAMIAN DOVARGANES (AP)
Tres semanas antes de la detención de Naasón Joaquín, en junio de 2019, La Luz del Mundo entró de lleno en la polémica por la celebración de un concierto para su líder en el Palacio de Bellas Artes, camuflado como un espectáculo de ópera, que fue organizado por la APEM y el senador Zamora. Al acto acudieron senadores, diputados, embajadores e invitados de honor, sin sospechar que iban a ser parte de un momento histórico: un líder religioso iba a ser homenajeado por primera vez en el máximo recinto cultural del país. Antes los “tentáculos de la iglesia”, en palabras de Dávila, llegaron al Congreso mexicano y al Senado de Texas, donde el apóstol recibió reconocimientos por sus contribuciones comunitarias a propósito de su cumpleaños 50.
La idea de los organizadores era darle otro reconocimiento en Bellas Artes, pero las autoridades frenaron la entrega en el último minuto y clasificaron toda la información relativa al evento durante cinco años. La noticia inundó las radios, las televisiones y los periódicos; los políticos que acudieron se deslindaron de los señalamientos y la organización negó una y otra vez que se hubiera tratado de un acto religioso y se dijo víctima de una “campaña de persecución religiosa”. Naasón desapareció sigilosamente del foco público y 10 días más tarde defendió en un sermón su derecho a ser agasajado como “un hermoso triunfo” de su comunidad, entre medias visitó El Salvador para reunirse con el presidente Nayib Bukele, que lo había nombrado años antes “hijo distinguidísimo de San Salvador” cuando fue alcalde de la capital del país centroamericano.
— ¿Cómo explicaría a la gente qué es La Luz del Mundo?
— Es una iglesia que respeta a las autoridades, tiene participación activa en comités vecinales y en la sociedad civil. Todos los miembros están convocados a superarse de manera personal, a estudiar, a participar, a ser mejores ciudadanos, ante el mundo, México y las autoridades. Eso sería únicamente lo que yo te puedo decir. No puedo hablarte de términos religiosos porque justamente estaríamos violando el Estado laico.
— ¿Y quién es Naasón Joaquín para usted?
— Lo único que te puedo decir es que mis creencias son privadas y forman parte de mis libertades. Además, yo soy una autoridad en México y Naasón Joaquín en estos momentos está llevando un proceso en Cortes Interamericanas y no puedo involucrarme en decisiones de autoridades de Estados Unidos porque es un principio de intervención. Como él está pasando por ese proceso, la verdad es que pronunciarme en relación a su persona contraviene a estos principios.
En el folleto del concierto de Bellas Artes aparecía enlistada Carol Naomi Gamboa Rodríguez como parte del coro de la APEM. Cuatro años más tarde, Gamboa Rodríguez tiene el cargo de secretaria de Afiliación, Formación y Capacitación en Humanismo Mexicano. Y por lo menos cinco de los seis miembros del Comité Ejecutivo Nacional de la agrupación, entre ellos el diputado Favio Castellanos Polanco, se presentan en sus redes sociales como miembros de la iglesia y sostienen que Naasón Joaquín, que fue condenado a 16 años y ocho meses de cárcel, es inocente. Elisa Betbirai Lupian, la secretaria de Mujeres de la nueva organización, también tiene experiencia política: fue candidata suplente a una diputación por el Partido del Trabajo. “Yo solo puedo responder por mí. Mi cálculo es que el 95% de nuestros militantes es católico. Me parece que hay un señalamiento obsesivo para quienes pertenecemos a una denominación entre las más de 7.000 religiones que están registradas”, responde Reyes Carmona.
El Comité Ejecutivo Nacional de Humanismo Mexicano conformado por Emmanuel Reyes Carmona (Presidente), Favio Castellanos Polanco (secretario general), Elisa Betbirai Lupian Pérez (secretaria de Mujeres) y otros.HUMANISMO MEXICANO
El diputado también aclara que ni la APEM ni García Almaguer son parte de su agrupación y que “le pedimos que se hiciera una fotografía, como también a los consejeros del INE”. Reyes Carmona, que también es consejero nacional de Morena, señala que, aunque ha hecho público su apoyo a la candidatura de Marcelo Ebrard, apoyará a cualquier “corcholata” que gane la encuesta de Morena. “Sea quién sea”.
A poco más de un año de las próximas elecciones federales, Humanismo Mexicano aterriza junto a otras siete nuevas agrupaciones políticas nacionales, que podrán participar en el proceso electoral, pero tendrán que llegar a acuerdos con los partidos políticos para postular a candidatos y posicionar sus propuestas. “Queremos ayudar a Morena a ganar en los Estados que no se han conquistado”, dice Reyes Carmona y pone en la mira a Jalisco, Yucatán, Querétaro y su natal Guanajuato, de donde son la mayoría de sus afiliados. Entre sus prioridades están formar cuadros, ser representantes de casilla, cazar mapaches (quien comete delitos electorales) y tener una participación activa en la operación de las campañas. El diputado lo defiende como una expresión política legítima. Para Guzmán, es una forma de institucionalizar lo que la iglesia ha hecho en cada votación. La agrupación asegura que está por rebasar los 50.000 militantes y que aspira llegar a un millón en el corto plazo.