AMLO desestimó una vez más las críticas a su reforma judicial en un día en que el peso volvió a perder drásticamente valor frente al dólar.
Desde las 3 de la mañana, el dólar se cotizó a 20 pesos. Hacía las 9 de la mañana era de más de 20.15 pesos por dólar
Mintras el peso era vapuleado en mercados internacionales, AMLO decía qué era lo que Sheinbaum debe hacer durante su gobierno y, al final, quiso distraer con su reloj.
Este jueves 5 de septiembre, la actividad en Palacio Nacional, más breve que de costumbre terminó con un inusual intento del presidente Andrés Manuel López Obrador de mostrar el reloj que usa.
Para hacerlo, luego de que había dado por terminada la actividad, se regresó al atril; ahí retiró el reloj de su muñeca izquierda y lo sostuvo por algunos segundos frente a la cámara de televisión que suele acompañarlo, justo enfrente del atril del Salón Tesorería.
Lo sostuvo por tan poco tiempo que es imposible darse cuenta si, efectivamente, como él aparentemente quería probar, es un reloj de una marca común y corriente o si es de una marca de lujo.
Con algún problema, fue posible extraer un cuadro del vídeo, que se muestra al final de este texto, en el que es imposible establecer cuál es la marca del reloj presidencial.
En todo caso, eso ocurría mientras el peso mexicano tenía una de sus peores jornadas en la memoria reciente. A contrapelo de lo que tanto el presidente como sus más cercanos colaboradores repiten en los últimos días, la realidad es que los mercados globales ven con preocupación la manera accidentada, atropellada en que el actual gobierno toma decisiones.
Según informamos en otra nota publicada hoy por Los Ángeles Press, se nos dice que será el próximo domingo cuando la Cámara de Senadores resuelva el dictamen que le remitió la de Diputados el día de ayer.
El proceder atropellado del gobierno federal en este asunto ha provocado críticas como la que adelantó el senador por Baja California, Gustavo Sánchez Vázquez, que—como otros legisladores con experiencia en ese tipo de cargos—hacen ver la manera inusual en que se procede en un asunto que plantea todo tipo de dudas. Las objeciones de Sánchez Vázquez se pueden ver en la nota que se enlaza después de este párrafo.
Es importante destacar, además, que hay ya resoluciones en firmes del propio Poder Judicial que no está dispuesto a ser avasallado como lo plantea el actual gobierno, en el entendido que, aun cuando existen mecanismos para desaparecer poderes en las entidades de la federación, no existe un mecanismo similar en la Constitución vigente en la actualidad en México.
Cuando Ernesto Zedillo Ponce de León impulsó, en los primeros meses de su gobierno de 1994, la reforma judicial a la que López Obrador suele referirse, fue posible porque los ministros que entonces formaban parte del máximo tribunal del país, estuvieron dispuestos a hacerlo.
Nada de eso ha ocurrido en la actualidad y cargos como el de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como el de presidente de la república, el de diputado o senador, son—por su propia naturaleza—inamovibles, es decir, nadie tiene facultades para forzarlos a abandonarlos.
Quizás eso es lo que advierten los inversionistas extranjeros que, como se hace ver en la nota que aparece enlazada después de este párrafo, advierten el peligro en el que se encuentra México por la manera en que el actual gobierno procede en este tema.
Debe hacerse notar que la sacudida en los mercados no es algo que haya ocurrido apenas ayer. La jornada ha sido especialmente intensa, como se puede ver en la gráfica de Yahoo Finance que aparece inmediatamente después de este párrafo.
Sin embargo, esa misma tendencia a una depreciación acelerada de la moneda mexicana, lo que en otras épocas se hubiera llamado una devaluación, es una tendencia de mediano plazo. Ocurría ya hace un mes, como lo muestra la gráfica que aparece después de este párrafo.
También estaba presente desde los días inmediatos posteriores a la elección del 2 de junio, cuando quedó claro que López Obrador trataría de imponer la reforma del Poder Judicial como está ocurriendo en la actualidad, como se puede ver en la siguiente gráfica, también tomada de Yahoo Finance que da cuenta de lo ocurrido en los últimos 90 días o tres meses.
López Obrador dedicó, además, algunos minutos a marcar la agenda que deberá seguir Claudia Sheinbaum, su sucesora. Dijo, por ejemplo, que seguirá políticas similares a las suyas “para buscar la autosuficiencia” algo que no ha ocurrido, pues México continúa importando casi la mitad de todos los alimentos que consume, tendencia presente en nuestro país ya desde los setenta del siglo pasado y que es una de las razones por las que México es tan sensible a las variaciones en la cotización del dólar de Estados Unidos.
López Obrador señaló que su sucesora no permitirá “la entrada del maíz transgénico”, luego de lo cual desestimó que pudiera ocurrir algo negativo en caso de que Donald Trump gane la presidencia de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.
Lo dijo a pesar de las reiteradas amenazas de quien él ha llamado repetidamente su “amigo” de realizar deportaciones masivas de personas no documentadas en Estados Unidos y a pesar de la manera en que Trump amenazó con imponer brutales aranceles a las importaciones de bienes mexicanos a Estados Unidos que hubieran destruido el modelo que, para bien o para mal, existe en la actualidad.
López Obrador insistió, además, en que su sucesora está con él en la reforma del Poder Judicial, sin importar lo que se diga en contrario.
Hacia el final, antes del episodio de su reloj, volvió a minimizar las críticas y movilizaciones a la reforma del Poder Judicial y eludió responder preguntas acerca de la manera en que él antes, cuando fue candidato a distintos cargos de elección popular, criticaba la manera en que gobiernos previos realizaban sus propias reformas.
Entre las críticas que se han hecho están las que hacen ver que López Obrador, Ricardo Monreal o Gerardo Fernández Noroña, además de otros legisladores lamentaban que hubiera militares y policías a las puertas de las cámaras del Congreso de la Unión, situación que ya ocurre ahora mismo en el Senado de la República.
