Claudia Sheinbaum insistió en que Justin Trudeau, primer ministo de Canadá, apoya la permanencia de México en el Tratado México-Estados Unidos-Canadá.

Sin embargo, Sheinbaum pierde de vista los problemas que Trudeau enfrenta de cara a las elecciones que ocurrirán en Canadá en los próximos meses.

Sheinbaum también desestima la formación de un bloque político en Canadá que critica la actitud de México con China y con narcotraficantes mexicanos que operan con proveedores chinos.

La actividad de este jueves 21 de noviembre en Palacio Nacional sirvió, en un principio para que el gobierno federal presentara su estrategia nacional de manejo del agua, sin embargo, la atención estuvo centrada en el futuro del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

La presentación corrió a cargo de la secretaría de Medio Ambiente, excanciller de México, Alicia Bárcena, quien llegó a Palacio Nacional ayudada por una andadera luego de una operación correctiva, como se puede ver en la última foto en esta página.

Hubo, sin embargo, tiempo para que la presidente Claudia Sheinbaum se presentara a sí misma, a su gobierno y a la llamada Cuarta Transformación como víctima de una conspiración para atacarlos.

Fue en ese sentido que hizo una tímida defensa, que en momentos pareció más una advertencia al defendido, cuando se le preguntó por las acusaciones de corrupción que han surgido en los últimos días contra el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo.

El mandatario de ese estado, por cierto, tiene su principal filiación política en el Partido Verde Ecologista de México, agrupación experta en aliarse con quien quiera que ocupe el poder, como lo demuestra su tránsito de socio de Vicente Fox Quezada en 2000, a socio de Enrique Peña Nieto ya desde su ascenso como gobernador del Estado de México, hasta ser—como lo son ahora—garantes de la mayoría automática con la que la actual coalición en el poder controla al Legislativo.

La defensa-advertencia de Sheinbaum se puede observar con detalle en el vídeo que aparece después de este párrafo.

Luego de ello, Sheinbaum respondió una pregunta sobre las más recientes noticias que llegan de Estados Unidos acerca del futuro de los migrantes indocumentados allá.

Sheinbaum se dijo en contra de la deportación e incluso aseguró que el gobierno de México está preparado para recibir a los migrantes que pudieran ser expulsados de Estados Unidos por Donald Trump, pero evitó pronunciar una condena clara de la manera en que se amedrenta a los migrantes.

La posición de Sheinbaum se puede ver en el vídeo que aparece después de este párrafo.

Tanto así que, por ejemplo, los obispos católicos de Iowa, uno de los estados que más depende de la mano de obra que ofrecen los trabajadores agrícolas, publicaron un comunicado solidario con los migrantes y en el que toman distancia de lo que es, por donde se le vea, una campaña de miedo en Estados Unidos. «Como sus obispos, abogaremos por su trato justo y su dignidad dentro del marco de la ley. La Iglesia los acompañará y les servirá en este momento tanto como nos sea posible. Les aseguramos nuestro apoyo en oración y pedimos al Estado de Iowa que haga lo mismo. Ustedes son nuestros hermanos y hermanas. Por favor, sepan que no están olvidados y que su Iglesia está con ustedes en solidaridad», se lee en el comunicado.

 

También fue inevitable que Sheinbaum respondiera una pregunta al menos sobre la situación en Canadá, donde al primer llamado de Doug Ford, premier de la provincia de Ontario, se sumaron otros premieres, cargo equivalente al de gobernador en países como México o Estados Unidos.

Como se puede ver en el vídeo que aparece enlazado después de este párrafo, ayer mismo la Canadian Broadcasting Corporation dedicó amplios espacios de sus noticieros vespertinos a dar cuenta de la manera en que Ford ha provocado un reacomodo del escenario político canadiense.

Los gobernadores de las provincias canadienses se alinean en la lógica de echar a México del acuerdo comercial con Estados Unidos y su país. El encabezado dice, en inglés, «los gobernadores de las provincias se alinean para echar a México del acuerdo si fuera necesario».

El reproche de los gobernadores de las provincias de Canadá no tiene que ver sólo con cuestiones puramente comerciales. También con el hecho que ese país sufre los efectos del ingreso de fentanilo producido con precursores chinos por organizaciones criminales con vínculos con los cárteles mexicanos.

Hace dos semanas, la misma CBC daba cuenta de la manera en que había ocurrido el mayor decomiso de drogas en la historia de Canadá en un sitio donde se encontró evidencia de la participación de los cárteles mexicanos, como se puede ver en el reportaje que aparece después de este párrafo, que calificó al local donde se incautó la droga como un «super laboratorio» por el tipo de equipo que se encontró ahí donde, entre otras cosas, los narcotraficantes realizaban pruebas para desarrollar drogas más potentes.

La presidente mexicana quiso insistir en la idea de Justin Trudeau apoya la permanencia de México, e insistió en “cobrar el favor” que Andrés Manuel López Obrador tanto le reprochó a Trudeau luego de que, según López Obrador, Canadá no apoyó a México luego del asalto de lo que fue la embajada de México en Quito, Ecuador.

Tanto Sheinbaum como López Obrador pierden de vista que, mucho antes de que se firmara el antiguo Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá en 1993, que entró en vigor en 1994, hubo un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Canadá.