Joe Biden y Donald Trump no podrían ofrecer mayores contrastes en los distintos de la rara contienda presidencial de 2024.
Biden y Trump coinciden en temas de política comercial; ambos favorecen alguna protección a empresas de Estados Unidos.
Uno de los temas con mayores contrastes entre Biden y Trump y donde podría definirse la elección son los derechos de las minorías y los de la reproducción.
Por Seung Min Kim, Jill Colvin y Calvin Woodward de The Associated Press
WASHINGTON — Joe Biden y Donald Trump son dos antiguos rivales con asuntos pendientes y ganas de resolver sus diferencias.
Sus antecedentes y planes sobre el aborto, la inmigración, los impuestos, las guerras en el extranjero no dejan dudas de que el hombre que los votantes elijan en noviembre buscará moldear el panorama de la vida estadounidense de maneras totalmente distintas a las demás.
Las opciones, si el ganador se sale con la suya, están claramente definidas. El avance de la regulación y los incentivos para frenar el cambio climático, o un avance lento si no un cambio radical. Impuestos más altos para los súper ricos, o no. Se reafirma el derecho al aborto, o se deja en manos de los estados restringirlo o permitirlo según lo decida cada uno. Otro intento de legislar en materia de seguridad en la frontera con México y el ingreso ordenado al país, o deportaciones masivas. Un compromiso de apoyar a Ucrania o dejarla a su suerte.
En ningún momento que se recuerde dos presidentes, el actual y el anterior, han competido por el cargo. No desde que los presidentes Teddy Roosevelt y William Howard Taft, ambos republicanos, en 1912, y eso no funcionó para ninguno de los dos: pues el demócrata Woodrow Wilson ganó esa carrera en tres carriles.
Más de un siglo después, los votantes vuelven a juzgar a dos presidentes por sus antecedentes y sus promesas para los próximos cuatro años. Este texto presenta resúmenes de sus posiciones en los que se consideran los diez temas principales de la elección.
Aborto
BIDEN: El presidente ha pedido al Congreso que le envíe una legislación que codificaría en la ley federal el derecho al aborto, que estuvo vigente durante casi 50 años antes de ser revocado por la Corte Suprema. También ha criticado las prohibiciones estatales del aborto en los estados republicanos y dice que vetará cualquier posible prohibición a nivel nacional si alguna llega a su escritorio. A falta de legislación, su administración ha tomado medidas más limitadas, como propuestas que protegerían a las mujeres que viajan para abortar y limitarían la forma en que las autoridades recopilan registros médicos.
TRUMP: El expresidente a menudo se jacta de haber nombrado a los jueces de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos que anularon Roe v. Wade, poniendo fin al derecho constitucional al aborto. Después de esquivar preguntas sobre cuándo cree que debería restringirse el procedimiento durante el embarazo, Trump anunció en abril que las decisiones sobre el acceso y los límites deberían dejarse en manos de los estados. Dijo que no convertiría en ley una prohibición nacional del aborto. Pero se negó a decir si intentaría limitar el acceso a la píldora abortiva mifepristona. En entrevistas recientes, dijo a la revista Time que también debería dejarse en manos de los estados determinar si procesar a las mujeres por abortos o monitorear sus embarazos.
Clima/Energía
BIDEN: En un segundo mandato, se podría esperar que Biden continúe centrándose en implementar las disposiciones climáticas de su Ley de Reducción de la Inflación, que proporcionó casi 375 mil millones de dólares para cosas como incentivos financieros para automóviles eléctricos y proyectos de energía limpia. Biden también está reclutando a más de 20 mil jóvenes en un “Cuerpo Climático” nacional, un programa similar al Cuerpo de Paz para promover la conservación a través de tareas como climatizar viviendas y reparar humedales. Biden quiere triplicar el tamaño del grupo esta década. A pesar de todo esto, es poco probable que Estados Unidos esté en camino de cumplir el objetivo de Biden de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030.
TRUMP: Su mantra para una de sus principales prioridades: “TALADRE, BEBÉ, TALADRE”. Trump, que en el pasado describió el cambio climático como un “engaño” y siente un particular desdén por la energía eólica, dice que su objetivo es que Estados Unidos tenga la energía y la electricidad más baratas del mundo. Aumentaría la extracción de petróleo en tierras públicas, ofrecería exenciones fiscales a los productores de petróleo, gas y carbón, aceleraría la aprobación de oleoductos de gas natural y haría retroceder los esfuerzos agresivos de la administración Biden para lograr que la gente se cambiara a los automóviles eléctricos, que, según él, tienen un lugar, pero no debería imponerse a los consumidores. También se ha comprometido a volver a salir de los Acuerdos Climáticos de París, poner fin a los subsidios a la energía eólica y eliminar las regulaciones impuestas y propuestas por la administración Biden dirigidas a tipos de bombillas, estufas, lavavajillas y cabezales de ducha energéticamente ineficientes.
Democracia/Estado de derecho
BIDEN: Proteger la democracia ha sido la razón de ser detrás de la decisión de Biden de postularse para la reelección. En un guiño simbólico a la Guerra Revolucionaria, Biden pronunció su primer discurso de campaña de 2024 cerca de Valley Forge, Pensilvania, donde habló de la decisión de George Washington de dimitir como líder del Ejército Continental después de que se consiguiera la independencia estadounidense. Durante el discurso del 5 de enero, Biden dijo que la contienda presidencial de este año “se trata de” si la democracia estadounidense sobrevivirá y condena periódicamente la negación de Trump de haber perdido las elecciones generales de 2020. Biden calificó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 como un “día en el que casi perdimos a Estados Unidos, lo perdimos todo”.