A propósito del intento de asesinato del candidato republicano Donald Trump, el sábado en Pensilvania, aquí el recuento de los principales magnicidios.
Entre los magnicidios más mediáticos y dramáticos fueron el de John F. Kennedy en 1963 y el de Luis Donaldo Colosio, en 1994.
Los magnicidios más recientes, el de Cristina Fernández y Shinxo Abe.
Por Juan Ricardo Montoya
A lo largo de la historia, son muchos los políticos y gobernantes que han muerto tras sufrir un atentado. El sábado 13 de julio, un francotirador por motivos desconocidos estuvo a punto de asesinar al candidato republicano Donald Trump en un mitin político en su carrera para ser electo de nueva cuenta como presidente de Estados Unidos, de forma no consecutiva. Sin embargo, solo fue herido en una oreja.
El intento de asesinato fue transmitido en vivo y en directo por algunas cadenas de televisión estadounidenses y desde la página oficial de internet de Donald Trump. No obstante, el primer atentado televisado en vivo contra un político ocurrió en 1960 en Japón.
En pleno debate televisivo previo a las elecciones parlamentarias, fue asesinado el líder de izquierda Inejirō Asanuma por un joven de la ultraderecha japonesa que luego se suicidó en su celda de prisión. En la transmisión por televisión se captó el momento en que fue asesinado por un militante de ultraderecha de 17 años llamado Otoya Yamaguchi, quien le clavó en el estómago varias veces un wakizashi, un sable corto tradicional japonés.
El 30 de marzo de 1981, dos meses después de haber asumido el poder, el entonces presidente y ex actor de Hollywood, Ronald Reagan, sufrió un atentado en las afueras del Hotel Hilton, de Washington. El autor del atentado fue John Hinckley Jr. El intento de magnicidio fue videograbado por periodistas que cubrían el momento en que Reagan, junto con parte de su gabinete, entre ellos James Brady, su jefe de prensa, resultaron afectados. Hinckley disparó un revólver Röhm RG-14 calibre .22 LR seis veces en tres segundos.
La primera bala alcanzó en la cabeza a Brady, quien sobrevivió pero quedó incapacitado por el resto de su vida. Otro de los proyectiles impactó a Ronald Reagan en la axila izquierda, rompiendo una costilla y alojándose en el pulmón a unos 2,5 centímetros del corazón. John Hinckley Jr. dijo que el intento de magnicidio fue inspirado en la película Taxi Driver.
El 13 de mayo de 1981, el Papa Juan Pablo II sufrió un atentado en la Plaza de San Pedro a manos del extremista turco Mehmed Ali Agca.
El 2 de septiembre de 2022, se produjo un atentado contra Cristina Fernández, entonces vicepresidenta de Argentina, quien de forma milagrosa salvó la vida luego de que el revólver que fue accionado a centímetros de su rostro por un desconocido no disparara.
El intento de magnicidio fue perpetrado en las afueras de su casa, en la ciudad de Buenos Aires, ante cientos de sus seguidores. De acuerdo con las investigaciones del caso, el arma se encontraba totalmente cargada pero, gracias a una falla del mecanismo, no disparó. Si el agresor hubiera logrado disparar, habría sido muy difícil que Cristina Fernández hubiera sobrevivido a un balazo a esa distancia.
El 22 de noviembre de 1963, varias emisoras de radio de Dallas, Texas, transmitieron el magnicidio del presidente John Fitzgerald Kennedy en una emboscada mientras se trasladaba en un vehículo Lincoln Continental descubierto hacia la Cámara de Comercio en el circuito de Plaza Daley. El momento exacto del crimen fue filmado con una cámara de cine casera accionada por Abraham Zapruder.
El atacante Lee Harvey Oswald, empleado de un depósito de libros y ex marine, fue capturado y acusado del crimen. Dos días después, el 24 de noviembre, fue asesinado ante una veintena de periodistas y varias cámaras de televisión que transmitían en directo el momento en que, custodiado por alguaciles con sombreros de ala ancha, era sacado de la estación de policía de Dallas. Un individuo identificado como Jack Ruby, que había logrado mezclarse entre los periodistas y de forma inexplicable se había colado en la comandancia, le disparó a escasos centímetros del abdomen, causando su muerte minutos después.
Otro magnicidio fue el de Robert Kennedy, hermano de John, asesinado por un palestino llamado Sirhan Bishara Sirhan en la cocina del hotel Ambassador de Los Ángeles, California, tras haber hecho un discurso luego de haber obtenido su triunfo en la elección primaria del Partido Demócrata para obtener la candidatura de ese instituto político para la presidencia de los Estados Unidos.
El 20 de diciembre de 1973, fue asesinado Luis Carrero Blanco, presidente del gobierno español designado por el dictador Francisco Franco. El crimen fue perpetrado un día después de la visita de Kissinger a España por un comando del grupo terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Conocido como «Operación Ogro», el grupo terrorista colocó explosivos altamente destructivos en un túnel subterráneo de la calle Claudio Coello de Madrid.
Al pasar el auto en que viajaba Luis Carrero Blanco, los etarras detonaron la bomba, lo que provocó una gran oquedad en la vía e hizo volar el vehículo hasta el interior de un monasterio. Se especula que los etarras recibieron ayuda de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, cuya embajada está ubicada a unas calles de donde ocurrió el atentado.
El 8 de julio de 2022, el ex primer ministro japonés Shinzo Abe falleció tras sufrir un atentado en el que un hombre le disparó aprovechando la escasa presencia de seguridad durante un acto electoral. Abe fue trasladado a un centro sanitario en ambulancia y posteriormente en helicóptero tras el ataque, pero falleció en el trayecto.
El presunto autor del ataque fue Yamagami Tetsuya, un hombre desempleado de 41 años y ex miembro de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa. El líder conservador se encontraba en un acto de campaña para las elecciones parciales a la Cámara alta de la Dieta (Parlamento de Japón). Los mítines electorales suelen celebrarse en Japón en plena calle y con escasas medidas de seguridad, debido al bajo índice de criminalidad y de ataques con armas de fuego propios del país asiático. El magnicida declaró a los agentes que lo detuvieron que estaba descontento con el ex primer ministro Abe y por eso fue a matarlo.
Los magnicidios en México
En México también ha habido magnicidios e intentos de asesinato contra políticos y presidentes de la República. Los más recientes son los asesinatos del excandidato a la presidencia por el PRI, Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, a manos supuestamente de Mario Aburto, y el del presidente nacional del PRI José Francisco Ruiz Massieu, en la calle Lafragua, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en septiembre también de 1994.
El 27 de julio de 1928, tras resultar electo para un segundo periodo presidencial luego de que diputados afines modificaron la Constitución de 1917, Álvaro Obregón fue asesinado en el restaurante La Bombilla por un fanático religioso llamado León Toral.
En mayo de 1920, el entonces presidente Venustiano Carranza fue acribillado en Tlaxcalaltongo, Puebla, al momento de trasladarse a Veracruz en aras de establecer allí la sede del gobierno federal ante el levantamiento en armas de Álvaro Obregón.
El 21 de agosto de 1940, un día después de haber sido herido en la cabeza con un piolet perpetrado por León Mercader, quien se hacía llamar Jacques Monard, murió el ex comisario ruso León Trotsky en su casa de Coyoacán, México. El crimen fue ordenado por el dictador José Stalin. Para infiltrarse, Mercader se hizo pasar como francés y sedujo a la estadounidense Sílvia Ageloff, secretaria de Trotsky. Mercader era agente de la NKBD, hoy KGB, policía secreta de Rusia creada irónicamente por Trotsky antes de romper con Stalin.
El 1 de mayo de 1984, Día del Trabajo, un individuo lanzó una bomba molotov al balcón presidencial de Palacio Nacional, en el momento en que el entonces presidente Miguel de la Madrid presenciaba el tradicional desfile obrero.
Hace 80 años, el 10 de abril de 1944, el presidente Manuel Ávila Camacho sufrió un atentado dentro de Palacio Nacional, a manos del teniente José Antonio de la Lama y Rojas.
El 5 de febrero de 1930, Pascual Ortiz Rubio, minutos después de haber asumido el cargo de presidente por imposición del Jefe Máximo Plutarco Elías Calles, sufrió un atentado a manos de un individuo identificado como Daniel Flores, quien disparó en varias ocasiones al auto en que viajaba el mandatario con algunos de sus familiares.
Según el comunicado de prensa del gobierno de México, “el C. Presidente Constitucional de la República, Ingeniero Pascual Ortiz Rubio, fue agredido a balazos por un individuo (…), quien le disparó seis tiros, lesionándolo levemente en el maxilar derecho y causando también heridas de poca importancia a su esposa y a una sobrina suya. El agresor está preso y será puesto a disposición de las autoridades”.