Alrededor de 82 % del peso vivo de estas serpientes genera productos aprovechables, destacan los investigadores.
Científicos concluyeron que las pitones criadas en granjas pueden convertirse en una nueva forma de ganadería sostenible y eficaz, que es más ecológica y fortalece la seguridad alimentaria.
Según un nuevo estudio de la Universidad Macquarie de Australia dirigido por el doctor Daniel Natusch, estas serpientes transforman la comida en aumento de peso mucho mejor que el ganado convencional, incluidos los pollos y las vacas.
«Descubrimos que las pitones crecían rápidamente hasta alcanzar el ‘peso de sacrificio’ en su primer año tras la eclosión», explicó el experto, destacando que su carne es blanca y contiene un nivel alto de proteínas.
Asimismo, Natusch enfatizó que estos animales de sangre fría necesitan poca agua y pueden incluso sobrevivir bebiendo el rocío depositado en sus escamas. También remarcó que su dieta incluye roedores y otras plagas, que amenazan a los cultivos, y que las serpientes producen muchos menos gases de efecto invernadero que los mamíferos.
«Demostramos que las granjas de serpientes pueden convertir eficazmente muchos residuos agrícolas en proteínas, al tiempo que producen relativamente pocos residuos propios», agregó el científico. Asimismo, alrededor de 82 % del peso vivo de las pitones genera productos aprovechables, incluidos su valiosa piel, así como grasa y la vesícula biliar, que se usa en medicina.
Sin embargo, los investigadores señalaron que es poco probable que Australia o Europa adopten la cría de pitones, popular en los países asiáticos. «Creo que pasará mucho tiempo antes de que veas hamburguesas de pitón servidas en tu restaurante local favorito aquí», apuntó Natusch.