«El siguiente año yo creo que el Gobierno (le inyectará recursos), pero si lo hiciera este año sería porque hay un escenario más catastrófico del que estamos previendo.
«Está ahí el riesgo latente para las finanzas públicas porque todo mundo sabe que la situación de Pemex es insostenible y tarde o temprano el Gobierno la va a ayudar«, dijo Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.
Diego Díaz, investigador del área de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), coincidió en lo anterior y señaló que las transferencias incluso podrían elevarse en el corto plazo.
Ello debido a los graves problemas de liquidez de la paraestatal, que en los próximos cuatro años deberá cubrir la mitad de su deuda, mientras que en la de corto plazo sumaba 450 mil millones de pesos al primer trimestre del año, explicó.
Los apoyos a Pemex se reflejarán en un deterioro de las finanzas públicas, sobre todo por el limitado espacio fiscal que tiene el Gobierno federal, dijo.
Además, consideró que la rebaja en la nota de Pemex eventualmente podría afectar a la calificación del País.
«Yo creo que sí, porque cuando el Gobierno ha salido a decir que va a apoyar a Pemex lo que está haciendo es que está reconociendo la deuda de Pemex como un pasivo contingente, está asumiendo este riesgo de manera un tanto explícita y, en ese sentido, como le vaya a Pemex le irá al Gobierno federal», advirtió.
Esto ya ha ocurrido, por ejemplo, en 2019, cuando Fitch Ratings rebajó la calificación de Pemex, posteriormente también recortó la del País, recordó.