Luego que el lunes 22 el gobierno de Estados Unidos publicó sus informes sobre respeto a derechos humanos AMLO mostró su molestia.
AMLO evidenció sus contradicciones respecto de EE UU: defendió al general Cienfuegos aunque celebró el arresto de García Luna.
También hubo reproches de AMLO a la política exterior de Estados Unidos por financiar a Israel.
La actividad de este miércoles 24 de abril en Palacio Nacional estuvo marcada una vez más por los reproches del presidente de México al gobierno de Estados Unidos.
La molestia del presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que ver, en esta ocasión, con el hecho que el gobierno de Estados Unidos publicó—como hace de manera regular—un informe sobre el respeto a los derechos humanos en distintos países que, al señalar problemas en México, molestó al presidente.
La molestia le llevó a señalar algunas de las múltiples contradicciones de la política exterior de Estados Unidos que, aunque efectivamente existen, no contradicen, cancelan o eliminan las fallas que, en materia de respeto a los derechos humanos existen en México y en los otros países.
Lejos de ver el reporte del gobierno de Estados Unidos en su dimensión, lo usó para formular reproches al gobierno de ese país y, sobre todo, para presentarse una vez más como la víctima de una vasta conspiración en su contra.
Hacia las ocho y diez de la mañana, López Obrador inició un soliloquio sobre las contradicciones en la política exterior de Estados Unidos e incluso señalar a Washington por “violar flagrantemente el derecho internacional, la independencia, la soberanía” de otros países por señalar las violaciones a los derechos humanos que ocurren en esos países.
Lo que no reconoció López Obrador es que el informe que provocó su enojo también señala las violaciones, por ejemplo, del gobierno de Israel.
El reporte que provocó la ira presidencial este miércoles apareció el lunes de esta semana y está disponible, junto con los de prácticamente todos los países del mundo en un micrositio del sitio de Internet del Departamento de Estado.
Los reportes forman parte de una práctica ya común en Estados Unidos desde la década de los setenta para orientar las decisiones en materia de asistencia a distintos tipos de proyectos que financia el gobierno federal de ese país.
A pesar de ello y a pesar de que cuando era dirigente del Partido de la Revolución Democrática y candidato presidencial de ese partido y de Morena nunca expresó este grado de enojo por lo que decían los reportes del Departamento de Estado, López Obrador optó este miércoles por presentarse a sí mismo, una vez más, como víctima de Estados Unidos y como defensor de México.
Expresó su molestia, sobre todo, por las críticas que se hacen a su gobierno por los repetidos ataques a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En algún punto de la actividad, López Obrador incluso articuló una preguntó retórica para repudiar lo que quiso presentar como intervencionismo.