China y México alientan la distribución de fentanilo: expertos

Exfuncionarios de Estados Unidos y un académico de ese país critican la actitud de China y México por no combatir el consumo de fentanilo.

La prueba del papel de China y México la ofrece la pandemia; cuando se cerró el comercio desde Wuhan, se cayó el consumo de fentanilo en Estados Unidos.

El control de cambios en China facilita que los cárteles mexicanos laven el dinero obtenido por la venta de drogas.

Por Rodolfo Soriano-Núñez

Este martes 16 de abril uno de los salones de juntas del Capitolio en Washington, DC, convocó a una sesión de uno de los comités en los que se organiza el trabajo de la Cámara de Representantes del gobierno de Estados Unidos.

Entre los asistentes a la sesión del comité para la Competencia estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista de China, estuvo William P. Barr, quien fue fiscal general de Estados Unidos durante porciones de los gobiernos de George Bush padre (1991-3) y de Donald Trump (2019-20).

También estuvo presente Ray Donovan, un alto exfuncionario de la Agencia para el Control de las Drogas, a quien se le reconoce como una pieza clave de la más reciente captura de Joaquín Guzmán Loera, el líder del llamado Cártel de Sinaloa, así como David Luckey, quien se desempeña como investigador en la Rand Corporation, un think-tank privado en Estados Unidos con una larga historia de advertirle a su gobierno y a otros a escala global de posibles riesgos en materia de políticas públicas.

Los testimonios de Barr y Donovan son útiles en sí mismos, pues dejan ver el ánimo con el que algunas figuras de la vida pública estadunidense perciben los problemas que enfrenta su país en la actualidad.

Sin embargo, para el presente mexicano es más interesante lo dicho por David Luckey acerca de las respuestas que el gobierno de México ofrece a los retos que plantea la política industrial y comercial del gobierno de China en materia de fentanilo.

El fentanilo es una droga sintética, un opioide según la clasificación de los Centros para el Control de las Enfermedades de Estados Unidos, que puede ser muy útil en el tratamiento del dolor crónico provocado por enfermedades graves como distintos tipos de cáncer en etapas muy avanzadas.

 
William Barr. Captura de pantalla de la transmisión oficial de la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos.

En dosis muy controladas y bajas es muy útil. Por ello, se le suele empaquetar en parches que liberan muy pequeñas cantidades en el cuerpo humano. Sin embargo, cuando no se observa el necesario cuidado con su consumo o cuando se le mezcla con otros productos químicos, es muy peligroso, pues una dosis relativamente pequeña puede tener efectos devastadores en quien la consume, como los ya citados Centros para el Control de las Enfermedades hacen ver en esta otra página.

Dado su poder, no se necesitan grandes volúmenes de droga para obtener ganancias exorbitantes y en ello radica uno de los retos que la producción y distribución de fentanilo plantea a los gobiernos de los países que se ven afectados por el consumo.

Un daño no tan lejano

A pesar de lo que suele argumentar López Obrador en sus conferencias matutinas, acerca de la supuesta ausencia de consumo en México de ésta y otras drogas “duras”, hay evidencia de su consumo en ciudades de la frontera con Estados Unidos, donde empiezan a verse imágenes similares a las que han provocado preocupación y dolor en distintas ciudades de ese país.

Tanto así, que la cadena de radio pública de Estados Unidos, NPR, recientemente transmitió un documental radiofónico titulado «Sala de consumo» en su serie en español Radio Ambulante, sobre el consumo de fentanilo y otras drogas duras en Tijuana y Mexicali. El documental completo se puede escuchar y leer aquí.

Una porción de ese documental está disponible en la cuenta de National Public Radio en la red social Instagram, como se puede ver en el enlace que aparece inmediatamente después de este párrafo.

Además de NPR, la cadena de la televisión pública británica Channel 4 también envió a un equipo de reporteros a la frontera de México y Estados Unidos. El reportaje de la televisora británica se puede ver en su canal de YouTube y se enlaza después del siguiente párrafo en esta página.

Su material es más perturbador pues deja ver cómo serían los mismos cárteles de la droga, que primero enganchan a los consumidores, los que estarían ofreciendo algún tipo de asistencia a las víctimas del consumo de esta droga potente y peligrosa.

Por eso resulta más importante prestar atención a lo dicho este martes acerca del papel del gobierno de la República Popular China en la crisis de fentanilo en Estados Unidos y el papel que México tiene en esa crisis.

La actitud de China ante el problema es clave porque—como lo demostraron algunos miembros del comité que presentaron capturas de pantalla de sitios de la internet en China—a pesar de la censura que existe ahí al libre intercambio de ideas, especialmente aquellas que sean críticas del gobierno de ese país, es muy fácil encontrar información para comprar los distintos productos químicos necesarios para producir fentanilo, siempre y cuando la búsqueda se haga en inglés y fuera de China.

 
Captura de pantalla de un sitio de Internet propiedad del gobierno chino presentado en la audiencia de este 16 de abril de 2024.

Que esos productos se puedan comprar por medio de sitios de internet en China es más relevante en la medida que esos productos no están disponibles para su compra en China. De hecho, es ilegal adquirirlos para su uso en China y ese país de Asia, a diferencia de Estados Unidos o de México mismo, no ha experimentado aumento alguno en el consumo de ese producto ni ha reportado muertes por consumo de esa droga, como sí sucede en Estados Unidos y en menor medida en México.

 
Algunas de las palabras de uso frecuente para adquirir fentanilo o precursores de esa droga en la internet de China en inglés.

Protagonismo mexicano

Aunque el propósito central del comité de la cámara baja del Congreso de Estados Unidos era analizar el papel de China en la crisis de fentanilo y el grueso de las intervenciones estuvieron centradas en la nación asiática, México ocupó un lugar prominente.

Aunque en distintos puntos de la audiencia en el Capitolio los participantes hicieron ver que, de hecho, el gobierno de China activamente alienta el que comerciantes chinos distribuyan los productos necesarios para producir el fentanilo fuera de ese país, fue notable también la preocupación con la que los tres personajes que rindieron su testimonio se refirieron a México.

En el vídeo de YouTube de la audiencia, que aparece enlazado inmediatamente después de este párrafo, se puede ver que, a lo largo de las poco más de dos horas y media que se prolongó la sesión, las palabras México o mexicanos o mexicanas se mencionan un mínimo de 33 ocasiones por los participantes. Se habló, además, de la frontera sur (de Estados Unidos) en al menos otras cuatro ocasiones.

Hubo, además, referencias explícitas a los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, así como a los respectivos líderes de ambas organizaciones criminales de origen mexicano.

Lo que se desprende de las afirmaciones hechas por Barr, Donovan y Luckey, así como de los 24 miembros del comité, 13 republicanos y once demócratas, es que aunque México a veces llega a realizar acciones para mostrar alguna disposición a ayudar a Washington, D.C., la cooperación es más bien difícil.

Buena parte de la argumentación de los tres testigos de la audiencia se centró en la inteligencia acopiada en los últimos dos años del gobierno de Trump y los primeros dos de la administración Biden.