El tenso momento que protagonizaron López Obrador y dos periodistas en su conferencia de prensa

La situación abrió el debate sobre los criterios empleados por el poder para respaldar o cuestionar la labor de los trabajadores de medios de comunicación.

Un tenso momento se vivió la mañana de este miércoles en la acostumbrada conferencia de prensa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuando la periodista Reyna Haydee Ramírez cuestionó la metodología utilizada por el Ejecutivo para desmentir reportajes periodísticos que son críticos de su Administración.

A modo de comparación, Ramírez aludió a la actitud del mandatario sobre los informes del reportero Carlos Loret de Mola y a la serie de trabajos periodísticos publicados en data reciente por la Revista Contralínea sobre presuntos hechos de corrupción en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

En uno de los reportajes de Loret de Mola se acusa al hijo del presidente, Andrés López Beltrán, de haber abogado ante la gobernadora del estado de Quintana Roo en favor de un empresario en un negocio relacionado con la venta de un terreno, especie que López Obrador volvió a tachar de falsa en su intercambio con Ramírez, quien replicó acusándolo de basar sus certezas en afinidades ideológicas.

La respuesta de López Obrador fue llamar a la periodista Nancy Flores, autora de varios reportajes para Contralínea, sobre el aparente uso irregular de dinero público en el INAI, para que expusiera los detalles de su investigación.

En su comparecencia, Flores detalló que según la documentación recabada, entre 2014 y 2016, varios comisionados del INAI utilizaron tarjetas American Express «para pagar sus gastos personales». Además sostuvo que el medio contaba con todas las pruebas necesarias para comprobar la veracidad de lo denunciado y se comprometió a reenviarlas al equipo de prensa del presidente, para que las presentaran nuevamente ante la opinión pública.

Del mismo modo, la reportera comentó el caso de la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción, que habría recibido fondos de la embajada de EE.UU. en México para pagarle a periodistas que escribieran artículos difamatorios en contra de López Obrador.

«Que presenten pruebas»
Sin embargo, los alegatos de Flores no aplacaron a Ramírez, quien insistió en que para López Obrador, la veracidad de la prensa se basaba en el grado de alineamiento con su gestión y recalcó la necesidad que se invite a periodistas «de la oposición» a las conferencias de prensa matutinas en el Palacio Nacional, algo a lo que el mandatario no se opuso.

«No hay ningún problema que vengan, que presenten las pruebas. Nada más que es muy evidente que ese periodismo, que lamentablemente predomina en nuestro país, es un periodismo servil vinculado al poder económico, a la corrupción, a la delincuencia», valoró el presidente.

Antes de esta polémica, a Ramírez se le otorgó un turno en la ronda de preguntas y respuestas que utilizó para cuestionar las políticas de seguridad del Gobierno federal.

En ese contexto aprovechó la oportunidad denunciar que, según informes periodísticos, la ciudadanía estaría recurriendo «a la delincuencia organizada para que les haga justicia», lo que fue calificado por el mandatario como «invenciones» y, en todo caso, una opinión más, que no coincide con la opinión de la mayoría ni con los datos que manejan las entidades del Estado.

La reportera, que se autodefine como periodista independiente con 30 años de experiencia, protagonizó otro encontronazo con López Obrador en julio de 2022, cuando, en medio de cuestionamientos hacia lo expresado por el mandatario, reclamó que existía favoritismo en las conferencias de prensa hacia comunicadores afines con la línea política de Morena, a quienes tachó de «paleros» (aduladores).