El Presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció no sólo igualar sino superar el sistema de salud de Dinamarca, pero en los hospitales públicos de México priva el desabasto hasta de aspirinas.
Sólo en 2022, en México se reportaron 12 millones de recetas no surtidas o surtidas de forma incompleta en el Sistema Nacional de Salud.
En Dinamarca, los servicios de salud están garantizados para toda la población y se les destina el 10 por ciento de su PIB.
En México, las historias de falta de medicinas para males crónicos y hasta para el dolor se repiten en todo el País.
Afuera del Hospital General, en la Ciudad de México, un joven, paciente renal en silla de ruedas, debe conseguir su medicina por fuera, confirma su madre María de Jesús Domínguez.
«Ahorita empezó con una caja. (Usa) Eritropoyetina, cada caja trae seis ampolletas y es una cada tercer día. Cuesta 2 mil 800 y no, no lo dan aquí, la tenemos que comprar», agregó antes de abordar un taxi a Iztapalapa.
Ricardo García, un paciente del Hospital del IMSS Zona 32, en Villa Coapa, ha reportado la falta de antivirales desde antes del Covid-19.
«Mi tratamiento es Kaletra y Truvada y cada mes fallan, nunca está el medicamento y eso que en este hospital nos tienen registrados a los ocho pacientes que llevamos ese cuadro», dijo.
En Nuevo León, en el Hospital de Cardiología 34, pacientes también exhiben la precaria situación que enfrentan con las medicinas.
«Le hicieron una cirugía a corazón abierto y lo tenían a puro paracetamol», relató el familiar de un hombre.
«Nosotros compramos nuestro termómetro, nuestro oxímetro, nuestro aparato para la presión arterial e incluso los enfermeros le pedían a mi papá el (oxímetro) de él para revisar a otros», agregó.
Cero Desabasto, un colectivo ciudadano que da seguimiento al problema en el País, confirmó 12 millones de recetas sin surtir o surtidas de forma incompleta en 2022.
«Y en 2021 fueron 24 millones de recetas; va mejorando, pero todavía no estamos en los niveles de 2017 o 2018», dijo el coordinador del grupo ciudadano, el doctor Andrés Castañeda.
En 2018 fueron 2.9 millones de recetas las que no se surtieron en el País.
Castañeda no ve posible que se cumpla el último plazo que dio el Presidente López Obrador el 9 de junio de 2022, uno de los pocos días en que aceptó que hay desabasto: «A más tardar en un año ya no me vas a poder decir eso (que faltan medicamentos)», aseguró en aquel entonces.
En la lista de Cero Desabasto, los medicamentos que más faltan son los relacionados con la salud mental, contra el cáncer, diabetes, hipertensión, enfermedades neurológicas y reumatológicas.
En el pasado mes de junio, en respuesta a una solicitud vía la Ley de Transparencia, el IMSS entregó un listado de mil 561 claves de medicamentos negados en recetas de 2021. La lista de 30 páginas inicia con ácido acetilsalicílico (aspirinas), de las que negaron 592 mil 957.
‘Estamos a años luz de Dinamarca’, dicen doctores
El desabasto de fármacos en hospitales públicos de primer y hasta tercer nivel pone entredicho la promesa del Presidente Andrés Manuel López Obrador de igualar, e incluso mejorar, el sistema de salud mexicano al nivel de Dinamarca.
Por ejemplo, en Tamaulipas, estado en el que hace menos de dos meses se firmó el acuerdo de ampliación del modelo IMSS-Bienestar, hay un desabasto de 50 por ciento de medicamentos en 20 hospitales y cerca de 300 centros de salud a cargo de la entidad, de acuerdo con Vicente Joel Hernández, Secretario de Salud estatal.
Dicho modelo, según la 4T, es similar al de Dinamarca y con él se apuesta a universalizar la salud para dar acceso a este derecho a todos los mexicanos sin seguridad social.
En Veracruz la situación de desabasto es similar, acusó personal de salud.
«Estamos a años luz de tener un sistema de salud como el de Dinamarca. Haití tiene un sistema de salud mejor que el nuestro. Ni jeringas teníamos, no hay material de curación, no hay antibióticos, no hay medicamentos contra la diabetes, no hay medicamentos para tratar a los hipertensos», denunció el médico general José Rodolfo Granados Santa Cruz, quien hasta el sábado fungió como encargado del Centro de Salud rural de la comunidad Santa Cruz, en el Municipio Castillo de Teayo, en Veracruz.
El doctor, quien fue contratado por el Insabi el 15 de noviembre de 2022, denunció que desde hace ocho años este centro de salud carece de energía eléctrica y para obtener luz instalaron un «diablito».
El problema, explicó, es que la corriente es intermitente y esto ha originado que se descompongan los refrigeradores especiales para mantener las vacunas en condiciones óptimas.
Además, señaló que el centro, a cargo de los servicios estatales de salud, puede pasar hasta dos meses o más sin medicamentos para tratar a los pacientes diabéticos e hipertensos.
«Hay muchísimo diabético en los ranchitos y mucha gente con hipertensión y no había medicamentos. No teníamos anticonvulsivos, antibióticos no había; fármacos muy básicos. Lo básico de lo básico no lo teníamos, por eso no iba la gente a la clínica.
«La gente empezaba ya a tener problemas con la diabetes de amputarle un dedito o que ya no veían porque no tomaban el medicamento, porque no lo surtían. El promedio de consultas al mes era de 70. Son 870 personas en la comunidad», refirió.
El especialista contó que «a gritos y sombrerazos» consiguió que se entregará de forma regular el medicamento durante un mes, después continuó el desabasto.
También alertó sobre la anemia que padecen menores de edad y embarazadas y la falta de tratamientos para contrarrestarla.
«Teníamos niños y embarazadas con unas anemias de miedo. Les mandaba el estudio de laboratorio a las embarazadas y tenían hemoglobina de siete y a veces teníamos sulfato ferroso para darles, pero complejo B nunca tuvimos; nunca tuvimos ácido fólico que es vital para las embarazadas o vitaminas.
«Cuando salí eran 10 embarazadas y de las 10, tres tenían una anemia de: ‘Madre Santa, vete al hospital a que te pongan sangre’. Terrible».
El médico advirtió que la anemia que padecen lo niños es tan grave que no concibe cómo algunos incluso puedan estar en pie.