La narcoviolencia en Guerrero escaló ayer tras la ejecución de Fernando García Fernández, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en la entidad.
Apenas el pasado domingo fue acribillado el Teniente Coronel Víctor Manuel Salas Cuadras, Fiscal Regional de la región de Tierra Caliente.
Con más de 50 disparos, el cuerpo de Salas fue encontrado después de haber sido secuestrado por hombres armados de la organización criminal «La Familia Michoacana», que en la región encabezan los hermanos Jhonny, «El Fresa», y José Alfredo, «El Pez», Hurtado Olascoaga.
En los últimos meses, el estado de Guerrero enfrenta una ola de violencia creciente contra transportistas, agentes, políticos y ciudadanos, y ahora también contra funcionarios de fiscalías.
Sólo en lo que va del mes de septiembre, suman 45 homicidios violentos, de acuerdo con reportes oficiales.
Respecto a la ejecución de García Fernández, la FGR informó que una línea de investigación apunta a venganzas por el aseguramiento de más de 9 toneladas de droga y la captura de cabecillas del grupo criminal de «Los Ardillos» que opera en la región Centro de Guerrero.
García Fernández tuvo que ver con las capturas de Jesús Echeverría Peñafiel, presunto jefe del brazo armado de «Los Ardillos», y su lugarteniente Bernardo Chávez Cruz, ocurridas el 5 de julio en Chilpancingo.
Dichas capturas desataron una movilización nunca antes vista de la base social de «Los Ardillos», que inició como una protesta en la capital guerrerense para exigir la liberación de los detenidos y que luego devino en disturbios y ataques a policías estatales y la Guardia Nacional.
En un inusual comunicado, la Fiscalía dijo que otra de las líneas en la indagatoria es la captura de dos ex comisarios de la localidad de Petaquillas, Lenin Locia Reyes y Paula Calderón Herrera, quienes están en la cárcel por el secuestro de agentes estatales y militares, en julio pasado.
Ayer, el cuerpo de Fernando García Fernández, quien encabezaba la delegación estatal de la FGR desde 2018, quedó tirado afuera de su domicilio, ubicado cerca de la Autopista del Sol.
«Se escucharon varios balazos alrededor de las ocho y media de la mañana», testificaron habitantes de la zona donde ocurrió el ataque.
El asesinato ocurrió a cinco cuadras de las instalaciones de la Fiscalía estatal.