La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes tendrá 60 días naturales para transferir por completo el control a la Marina Armada
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) Benito juárez quedó oficialmente bajo el control de la Marina Armada de México este 8 de agosto al ser publicado el decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
“Las entidades paraestatales Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, S.A. de C.V., Servicios Aeroportuarios de la Ciudad de México, S.A. de C.V. y Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, S.A. de C.V. quedarán agrupadas al sector coordinado por la Secretaría de Marina”, señala el decreto presidencial.
A partir de este día, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), tendrá 60 días naturales para transferir por completo el control a la Marina.
“Durante este periodo la SICT, en su calidad de coordinadora de sector de las tres entidades paraestatales, realizará la actualización del capital social de éstas con base en los estados financieros auditados al cierre del ejercicio fiscal inmediato anterior”, se precisó.
La SICT también se encargará en este lapso del proceso de transferencia de los recursos humanos, financieros y materiales con los que cuentan las tres entidades paraestatales, así como de proporcionar la información necesaria para la integración de la cuenta pública del ejercicio fiscal que corresponda.
El gobierno justificó estos cambios como un esfuerzo en materia de seguridad para enfrentar óptimamente los desafíos que el Estado mexicano tiene en esa materia, “razón por la cual es necesaria su resectorización”.
Meses atrás, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que durante el gobierno de Felipe Calderón esta terminal aérea era utilizada para movilizar droga, todo ello bajo la complicidad de la extinta Policía Federal.
El decreto de este 8 de agiosto recalca que en años anteriores hubo un descuido sistémico en las terminales aeroportuarias ya que el servicio presentaba deficiencias, con áreas y equipamiento mal aprovechados, lo que generó actos destinados a comprometer la seguridad de la aviación civil y del transporte aéreo.
El gobierno federal acusó que en el AICM los reportes no eran atendidos con prontitud; la seguridad de las operaciones y el cumplimiento estricto de la normativa en la materia era nula.
Hace unas semanas, el gobierno federal también publicó el decreto con el que entra en vigor la reforma en materia de aviación para que el espacio aéreo mexicano quede bajo tutela del Ejército.
Además, la Cuarta Transformación también hizo oficial la creación de una nueva aerolínea comercial que será operada por la Secretaría de la Defensa Nacional bajo la marca Mexicana de Aviación.
El control que han tomado las Fuerzas Armadas sobre empresas estatales ha desatado las críticas sobre la militarización del Estado mexicano bajo la administración de López Obrador, pues además tendrán bajo su poder aduanas, puertos, el Tren Maya, el Corredor Interoceánico y hasta un complejo turístico.
Por otra parte, el Ejército ya posee el control del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y a partir de diciembre de este año echará a volar su nueva aerolínea con diez aviones, con los que atenderá, en un inicio, rutas nacionales.
Otro de los aeropuertos que controlará el Ejército será el de Tulum, en Quintana Roo, el cual lleva hasta agosto de 2023, un 55% de avance, por lo que se espera que este sea uno de los principales destinos de su nueva aerolínea.
Tras las recientes quiebras de Interjet y Aeromar, sólo tres compañías mexicanas se mantienen a flote: Volaris, Viva Aerobus y Aeroméxico.
De acuerdo con los reportes, hasta mayo de 2023, de la Agencia Federal de Aviación Civil, la empresa Volaris tiene una participación en el mercado nacional de transporte de pasajeros del 40.5%, Viva Aerobus, 31% y Grupo Aeroméxico posee el 27.5%.