Luego de que ayer admitiera que era su derecho renunciar al cargo, hoy Sheinbaum cargó contra los ministros de la SCJN que renunciaron y elogió a su gobierno.
Sheinbaum insistió en que su estrategia rendirá frutos, pero eludió alguna palabra sobre los periodistas Solís y Ramírez asesinados en menos de 24 horas.
También insistió Sheinbaum en la desaparición del INAI sin que haya claridad sobre cómo se obligará al gobierno federal o a los de las entidades de la República a entregar información.
Los Ángeles Press
Ayer jueves 31 de octubre, la presidente Claudia Sheinbaum anunció que “reactivará” el mecanismo que tenía la administración previa para proteger periodistas.
El anuncio ocupó la última parte de una pregunta en que se le cuestionó sobre el tema y que ella prefirió responder con elogios a su propio gobierno, en particular a la titular de la Secretaría de Mujeres, Citlali Hernández, por su papel en el caso de una menor a la que el gobierno de Querétaro quería procesar luego de que tuvo un aborto espontáneo.
El grueso de la respuesta fue para celebrar a su funcionaria. Sólo luego de que hubo gritos en el Salón Tesorería para insistir en que diera respuesta a la pregunta, Sheinbaum habló por menos de un minuto acerca de la reactivación del mecanismo, como se puede ver en el vídeo que aparece después de este párrafo.
No hubo, por cierto, alguna declaración específica acerca de los primeros dos asesinatos de periodistas en lo que va del actual gobierno. El del michoacano Mauricio Solís, quien fue ultimado minutos después de hacer una entrevista y cuyo caso se narró en su momento en estos espacios.
Tampoco lo hubo respecto de la periodista de Patricia Ramírez, conocida como Paty Bunbury, del que informamos hoy en la nota enlazada después de este párrafo.
En lo que constituyó, además, un cambio de posición, Sheinbaum expresó alguna molestia con los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que optaron por ahorrarse ser evaluados por un comité de cercanos a Morena.
La molestia no hubiera sido notable si la presidente hubiera mantenido la misma posición que el miércoles. El día previo había dicho que quien no quisiera participar estaba en su derecho de presentar su renuncia.
Sin embargo, este jueves, la posición fue la de hostigar a quienes no desean participar en una elección en la que además de las dificultades prácticas, hay dudas acerca de la imparcialidad de los mecanismos de salvaguarda.
Sheinbaum usó un tono similar para insistir en defender la reforma judicial que impulsó su predecesor y le llevó a afirmar que la renuncia de los ministros es un acto de provocación en contra de su gobierno.
Aunque se dijo víctima de la provocación para que se les lleve a juicio político, Sheinbaum dijo que su gobierno no lo hará. Según Sheinbaum la renuncia contraviene la constitución que ellos juraron defender.
Los ocho ministros que presentaron su renuncia la tarde del miércoles son: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Margarita Ríos Farjat, Luis María Aguilar Morales, Javier Laynez Potisek, Norma Lucía Piña Hernández, Alberto Pérez Dayán y Juan Luis González Alcántara Carrancá.
Sheinbaum fue especialmente crítica de Juan Luis González, por ser quien presentó también el dictamen que invalida la reforma impulsada por Andrés Manuel López Obrador que, según la presidente, “va contra la ley”.
Hacia el final de la actividad de este jueves, Sheinbaum insistió en la desaparición del INAI, el ente regulador de la transparencia, sin que haya claridad acerca de cómo se obligará a un gobierno reacio a ser transparente a cumplir con peticiones que buscan levantar el velo de la opacidad.
También habló de “avances” en la investigación del asesinato de Alejandro Arcos Catalán e insistió en que la estrategia de su gobierno dará resultados y habló—en concreto—de «Tijuana, Sinaloa y Chiapas», aunque sin ofrecer mayores detalles sobre ese municipio y esos dos estados.
A pesar de ello, como se informa en la nota enlazada después de este párrafo, hoy mismo hay nuevos reportes de violencia asociada a grupos del crimen organizado en Chiapas.
Según Sheinbaum, su gobierno no está preocupado “sólo por arrestar narcotraficantes”. Dijo que le interesa construir un proceso para que no haya impunidad.
A pesar de ello, no hay claridad respecto de cómo operará el gobierno federal para atender los llamados que se hacen en Chihuahua y en otras entidades del norte de México acerca de la actividad de grupos que dicen estar vinculados al así llamado Tren de Aragua, una organización criminal transnacional de origen venezolano, especialmente violenta según reportes de otros países de América del Sur donde hay algún registro de sus actividades.
