El opioide sintético que cárteles mexicanos fabrican en laboratorios clandestinos ha provocado una crisis de salud pública en Estados Unidos y tensión diplomática entre ambos países
“La epidemia de fentanilo es una crisis que exige toda nuestra atención”, fueron las palabras con las que el fiscal federal de California, Martin Estrada, advirtió sobre la crisis que enfrenta Estados Unidos derivada de la distribución del potente opioide por cada rincón del territorio.
El consumo de fentanilo ha ocasionado miles de muertes por sobredosis en los últimos años en el país que gobierna Joe Biden, funcionarios de los distintos niveles de gobierno han acusado a México y los cárteles que operan en el país azteca de ser los responsables de traficar y distribuir el narcótico que elaboran en laboratorios clandestinos.
“Los violentos cárteles de la droga, específicamente el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) están empujando deliberadamente el letal fentanilo a nuestras comunidades con total desprecio por las vidas humanas en un esfuerzo por maximizar sus ganancias”, mencionó Bill Bodner, un agente especial a cargo de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus nombre en inglés) en Los Ángeles.
De acuerdo con el informe de inteligencia de la DEA, Fentanyl Flow to the United States, publicado en enero de 2020 y consultado por Infobae, en México las organizaciones criminales transnacionales están produciendo mayores cantidades de fentanilo y tabletas ilícitas que contienen dicho opioide sintético.
Dicho informe especifica también que cárteles mexicanos utilizan laboratorios clandestinos y métodos de procesamiento cada vez más sofisticados -cristalería, productos químicos no regulados y prensas de tabletas de uso industrial- para la fabricación de fentanilo.
“El fentanilo se pasa de contrabando a través de frontera entre Estados Unidos y México en baja concentración pero en cargas de alto volumen”, se especifica en el informe.
Informes de la DEA han indicado que el Cártel de Sinaloa y el CJNG son los principales grupos de traficantes responsables del contrabando de fentanilo a los Estados Unidos desde México.
Dicha premisa también se basa en que, hasta enero de 2020 -fecha en la que fue publicado el informe de inteligencia de la DEA- las operaciones de desmantelamiento de narcolaboratorios han ocurrido en territorios controlados por dichas organizaciones criminales, además de que se ha constatado la participación de miembros o socios de los mencionados cárteles del narcotráfico.
Los Chapitos, los Zamudio y el Cártel de Sinaloa
Si bien la crisis de fentanilo que actualmente azota a Estados Unidos ha conllevado meticulosas operaciones de fabricación, distribución y comercialización por ambas organizaciones criminales, detrás de todo ese proceso existen personajes que ya figuran entre las listas de los más buscados no solo por autoridades mexicanas sino también por distintas agencias de seguridad estadounidenses.
Respecto al Cártel de Sinaloa, luego de Joaquín Guzmán Loera -mejor conocido como El Chapo– fuera extraditado y sentenciado a pasar el resto de sus días en una prisión de máxima seguridad en Colorado, el también llamado Cártel del Pacífico quedó dividido en al menos tres importantes facciones: la que encabeza Ismael Zambada García, alias El Mayo; otra a cargo de Aureliano Guzmán Loera, hermano del cofundador de la organización criminal conocido como El Guano, y Los Chapitos, hijos del capo.
Es precisamente esta última facción la que ha sido identificada por agencias de seguridad estadounidenses como los principales fabricantes y distribuidores del opioide sintético, de modo que tanto Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López -quien fue aprehendido en enero de 2023- pueden ser considerados como los reyes del fentanilo de dicha organización criminal.
Además de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, en febrero de 2023 el Departamento de Estado del país de las barras y las estrellas emitió un comunicado en el que identificaron a una red que colabora con el Cártel de Sinaloa para el tráfico de fentanilo.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) boletinó a los hermanos Luis Alfonso y Ludim Zamudio Lerma como los responsables de colocar precursores químicos ilícitos directamente a manos de los miembros y operadores del laboratorios del Cártel de Sinaloa.
“Los hermanos Zamudio Lerma y su red promueven la producción de drogas sintéticas que devastan la vida de estadounidenses, mientras los lideres del Cartel de Sinaloa se llenan los bolsillos”, aseveró la directora de la OFAC, Andrea Gacki.
Del mismo modo la DEA identificó a una familia en Sonora que colabora con la facción de Los Chapitos en el tráfico de fentanilo. El grupo conocido como “Los Salazar” se han consolidado como el brazo armado del Cártel de Sinaloa en dicho estado y en Chihuahua desde la década de los 80 bajo el mando de Adán Salazar, conocido también como Don Adán.
Aunque dicho capo se encuentra recluido en una cárcel de máxima seguridad desde 2011, desde los muros de prisión y junto a su hijo, Alfredo Salazar Ramírez, alias El Muñeco, han coordinado las operaciones del grupo criminal a través de mensajes enviados por abogados y visitas de familiares.
Los “reyes” del CJNG
El Departamento de Justicia, Tesoro y Estado de EEUU considera al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como uno de los cárteles de la droga es responsable del tráfico de miles de toneladas de cocaína, metanfetamina y heroína mezclada con fentanilo hacia Estados Unidos, según consta un comunicado emitido por la dependencia en octubre de 2018.
Por ello, la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas de la División Criminal del Departamento de Justicia en colaboración con las oficinas de fiscales de los estados de California, Illinois, Mississippi y Virginia presentaron acusaciones en contra de líderes, financistas, transportistas y fuentes de suministro de droga de dicha organización criminal, entre los que destacaron:
Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mecho: líder y fundador del Cártel de las cuatro letras que ha adquirido la denominación de empresa criminal por conspirada para distribuir cantidades significativas de narcóticos y opioides para importación ilegal a los Estados Unidos.
Rubén Oseguera González, alias El Menchito: hijo del fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que es acusado de conspirar para la distribución de cantidades significativas de narcóticos para su importación ilegal a Estados Unidos. Fue detenido en 2015 por autoridades mexicanas y extraditado.
Erick Valencia Salazar, alias El 85: Es acusado de participar en la conspiración para distribuir cantidades significativas de narcóticos y opioides a Estados Unidos entre 2003 y 2018.
Del mismo modo y aunque sus nombres no han sido revelados, el Departamento de Estado de EEUU tiene conocimiento de múltiples miembros que conforman una red de tráfico de fentanilo que operan para el cártel de las cuatro letras en la frontera.
“Ellos están usando paquetes mucho más pequeños, pueden dividir [los envíos] en paquetes más pequeños, están usando más carros, más gente, entonces es un reto bastante grande, pero con cada reto hay una respuesta y estamos buscándolas”, mencionó Todd D. Robinson, subsecretario de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Cumplimento de la Ley del Departamento de Estado.