El presidente defendió su manera de interpretar la ley para garantizar la sobrerrepresentación de Morena mientras la cotización peso-dólar sufría una caída.
Mientras la cotización peso-dólar caía, López Obrador volvió a discutir el asesinato de Luis Donaldo Colosio de marzo de 1994.
La caída de la cotización del peso-dólar ocurre en momentos en que el Fondo Monetario Internacional ha recortado las expectativas de crecimiento de México para 2025.
La actividad en Palacio Nacional este miércoles 17 de julio estuvo centrada en defender, una vez más tanto la interpretación que hace Andrés Manuel López Obrador de los resultados de la elección del 2 de junio, como la manera en que, según él, habrá de funcionar la elección de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.
De la primera, López Obrador insistió en presentar cifras con una asignación de curules en el Congreso de la Unión que no le corresponde al Poder Ejecutivo definir, sino que es facultad del Poder Judicial, con el que libra una guerra de la que se ha dado cuenta en estos espacios desde que inició a mediados del año pasado.
Para defender su manera de traducir los votos en curules en el Congreso, López Obrador contó con la presencia de su secretaria de Gobernación y, hasta donde es posible saberlo, futura presidente del partido de ambos, el Movimiento de Regeneración Nacional, Luisa María Alcalde.
Alcalde defendió la idea de una sobrerrepresentación del partido que aspira a dirigir en unas cuantas semanas, sin importar que no le corresponde al Ejecutivo dirimir ese tipo de cuestiones, sino al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Esa idea se plasmó en la gráfica que aparece inmediatamente antes de este párrafo y que fija la posición desde la cual la Presidencia de la República busca imponer su manera de interpretar la legislación vigente que, en todo caso, no le corresponde instrumentar al Poder Ejecutivo, sino al Judicial.
La presentación que hicieron López Obrador y Alcalde de los resultados y la manera de traducir esos resultados en curules tuvo una respuesta casi inmediata en los mercados cambiarios, como se puede ver en la imagen que aparece después de este párrafo, tomada de Yahoo Finance.
Ahí se puede ver cómo la cotización del peso mexicano frente al dólar empezó el día en la banda de los 17.65 pesos por dólar, pero estaba por ahí de las 9:45 en los 17.75 y tuvo un máximo por arriba de los 17.85 un poco después de las 8:10 de la mañana, que fue cuando López Obrador empezó a hablar de la sobrerrepresentación a la que aspira él y su partido.
Esta caída en la cotización del peso frente al dólar coinciden con un recorte en las expectativas de crecimiento para México en 2025 según el cálculo del Fondo Monetario Internacional. Ese recorte es significativo porque México estaría creciendo a un ritmo menor al de Estados Unidos en momentos en que la integración de ambas economías se intensifica, como lo demuestra el anuncio de López Obrador mismo de tres nuevos puentes fronterizos que conectarían a Texas con Tamaulipas, hecho un poco antes de las nueve de la mañana.
Marrulleros y deshonestos
En lo que hace a la reforma del Poder Judicial, López Obrador volvió a referirse a ese poder como “marrulleros y deshonestos” pues, según él, quieren que regresen “los intereses y privilegios”, aunque no está claro de los intereses o de los privilegios de quien se refería.
En esa lógica, habló por ahí de las nueve de la mañana de que dará a conocer detalles de la manera en que el Judicial “tiene retenidas audiencias y resoluciones sobre el pago de impuestos de grandes corporaciones.”
Antes había dedicado algunos minutos a volver a abordar el asesinato de Luis Donaldo Colosio, ocurrido en 1994 y ahí insistió en los ataques al Judicial, pues dijo que “un juez no quiere resolver” al tiempo que rescataba la tesis del “segundo tirador” en el caso Colosio.
Luego de hablar sobre ese asesinato ocurrido hace ya más de 30 años, López Obrador dijo que “si damos un primer paso en la elección de los jueces se va avanzar; no se va a resolver de inmediato, pero los jueces, ministros y magistrados tendrán muy presente que fueron elegidos por la gente y no como parte de componendas de partidos, ayudará a purificar el funcionamiento del Poder Judicial”.
López Obrador no explicó, sin embargo, cómo es que los poderes legislativo y ejecutivo, que se elijen desde hace casi 200 años en México, están afectados también por corrupción, como él mismo lo tuvo que admitir cuando habló del caso de Emilio Lozoya o como lo demuestra la información publicada ayer por Los Ángeles Press sobre el uso de recursos públicos por diputados del partido del presidente.