AMLO hace paralelismos entre el magnicidio de Colosio (1994) y el atentado contra Trump, además de insistir en la agenda de Sheinbaum.
Además de marcar la agenda de la construcción de trenes, AMLO llamó a los candidatos en Estados Unidos a firmar un compromiso para regular las armas.
El llamado de AMLO a un compromiso ignora el papel que ministros de la Suprema Corte, nombrados por Trump, han tenido para facilitar la circulación de armas.
Los Ángeles Press
La actividad de este martes en Palacio Nacional volvió a estar dominada por la manera en que Andrés Manuel López Obrador dicta lo que debe hacer quien, con toda probabilidad, habrá de sucederlo, la exjefe de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pero también pide el control de armas en Estados Unidos tras el atentado a candidato republicano Donald Trump.
Los trenes
El tema clave del dictado a Sheinbaum fue, una vez más, el de los trenes. Los que se han construido en el actual gobierno y los que ya se ha comprometido Sheinbaum a construir durante su gobierno.
Un poco antes de las ocho y media de la mañana y durante casi diez minutos, López Obrador celebró su decisión de construir trenes en el Sureste de México e insistió en que Sheinbaum creará empleo al continuar con esa estrategia en otros estados del centro y del norte de México.
Según López Obrador, la construcción del Tren Maya sirvió para reducir la pobreza, aunque el Tren Maya tiene menos de un año de operación, por lo que no hay claridad sobre los resultados que podría llegar a tener en el mediano y largo plazo, especialmente en el tema de la destrucción de amplias porciones de selva.
También por la manera en que la Secretaría de la Defensa Nacional se convirtió, gracias al Tren Maya, en una suerte de empresa controladora, que ahora administra, además de ese tren, construcciones clasificadas como hoteles pero cuya verdadera función no ha sido clara desde que se inició ese proyecto.
Las armas de Estados Unidos
López Obrador insistió, además, en condenar el atentado contra Donald Trump, quien -desde ayer- es el candidato oficial del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos.
El todavía presidente de México volvió a trazar paralelismos entre el asesinato de Luis Donaldo Colosio en marzo de 1994 y lo ocurrido el 13 de julio pasado, al tiempo que -hacía las 9:25- hacía un llamado a que los candidatos presidenciales allá, firmaran “un compromiso para regular la venta de armas”. Según López Obrador, ello sería “un acto de buena fe, en busca de la unidad y la paz”.
La propuesta resulta difícil de plantear cuando se considera que, por ejemplo, en distintos estados de Estados Unidos ha ocurrido lo opuesto. En 2022, gracias a la Suprema Corte de Justicia de ese país reconfigurada con las nominaciones hechas por Donald Trump, todos los 50 estados están obligados a permitir que cualquier persona pueda portar un arma, incluso escondida, según un principio de “derecho constitucional a portar armas” o “constitutional carry” en inglés.
También lo es cuando se considera que Joe Biden, el actual presidente y con toda probabilidad el candidato demócrata a la presidencia para la elección de noviembre de este año, sí ha tenido un papel clave en las tímidas reformas que en distintos momentos en los últimos 40 años trataron de imponer algún límite al uso y la portación de armas en Estados Unidos.
Biden es el primer presidente de Estados Unidos que creó una oficina en la Casa Blanca específicamente dedicada a impulsar una agenda de control de la violencia por el uso de armas, como se puede ver en este micrositio, en inglés, en el portal de la Casa Blanca.
Esa agenda, sin embargo, no ha impedido que en fechas recientes, en algunos estados de Estados Unidos se anunciara la entrada en operación de máquinas en las que se pueden comprar, a cualquier hora del día, municiones, con la misma facilidad con la que uno puede usar un cajero automático o con la que se puede comprar una bolsa de hielo, como se puede leer en esta nota publicada por The Associated Press y de la que se toma la fotografía que aparece después de este párrafo.
En todo caso, López Obrador aprovechó su llamado para insistir en culpar a Estados Unidos por el ingreso a México de miles de armas adquiridas en condiciones opacas y en ese sentido eludir la responsabilidad de su gobierno en la cifra de asesinatos que, al día de ayer 15 de julio de 2024 era de 192 mil 680 homicidios.
Con esa cifra, López Obrador reporta ya poco más de 62 mil homicidios respecto de los ocurridos durante todo el mandato de Felipe Calderón Hinojosa, como se puede ver en la gráfica que aparece inmediatamente después, tomada de TResearch International de México.
También en relación con Estados Unidos, López Obrador dijo no haber intervenido para que el gobierno de Joe Biden enviara de regreso a México a Tomás Yarrington, quien purgaba allá una condena por su participación en el tráfico de drogas a Estados Unidos.