Lejos de admitir la evidencia que reportan las cifras oficiales, AMLO insistió en que hubo más homicidios en elecciones previas.
A pesar de ello, su gobierno ya acumula más de 190 mil homicidios, 70 mil más que Calderón y 34 mil más que Peña.
AMLO defendió el modelo de seguridad pública militarizado en Chiapas, donde ha ocurrido un aumento del 121 por ciento en los homicidios en el último año.
Los Ángeles Press
Este martes 25 de junio, la actividad de Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional estuvo centrada en insistir algunas de las ideas que el actual gobierno ha sostenido a lo largo de los últimos cinco años y medio.
La más notable por reiterativa de esas ideas es que este gobierno, a diferencia de otros previos, dice defender las libertades. Para ello, López Obrador presentó una copia de una carta que habría enviado a Donald Trump cuando era presidente de Estados Unidos en que le pedía por la libertad del defensor de los derechos humanos australiano Julian Assange quien recién, en las últimas horas, logró un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos que le permitirá recuperar su libertad.
Que México sea considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo para distintas organizaciones globales de defensa de la libertad de expresión, el derecho a la información y otros derechos humanos, es irrelevante para el actual gobierno que, a despecho de esas críticas, insistió en presentarse como un aliado de Assange.
En esa misma lógica, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad de López Obrador, presentó lo que quiso ser un informe sobre la violencia en las elecciones para desacreditar la idea que se ha adelantado en distintos frentes en los últimos meses de que la elección recién concluida fue la más violenta en los últimos años en México.
Rodríguez presentó, en ese sentido, algunas gráficas que pretenden desacreditar las críticas que se han hecho al actual gobierno pero que, como tales, plantean más dudas de las que resuelven.
En la lógica de López Obrador y Rodríguez, el problema es que antes no se informaba y ahora, en cambio, según ellos, hay una campaña en su contra para desacreditar el actual modelo de seguridad.
Poco importa en la lógica de esa argumentación que, más allá de lo que ocurra o no en el plano electoral o de cómo pudieran compararse las elecciones de 2024 con las de épocas previas, en este proceso electoral -como se informó puntualmente en Los Ángeles Press- hubo advertencias de la Organización de Naciones Unidas que López Obrador desestimó y descalificó en la lógica en la que siempre ha atacado a la ONU.
En aquella nota de marzo de este año se dio cuenta de la manera en que López Obrador, lejos de atender a la sustancia del planteamiento hecho por Volker Türk, un funcionario de la ONU, se presentó, una vez más, como la víctima de una vasta conspiración en su contra.
También hubo advertencias de personajes con una larga trayectoria de preocupación por el respeto a los derechos humanos en México, como el obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, cuyas voces también fueron acalladas por López Obrador, con los argumentos ya conocidos de su gobierno.
En todo caso, luego de presentar sus datos en materia de violencia electoral, López Obrador hizo una apasionada defensa de su modelo de seguridad pública especialmente en el caso de Chiapas.
López Obrador presentó, en ese sentido, una gráfica con el número de elementos de las distintas corporaciones federales y de ese estado que participan de distintos operativos ahí y que aparece inmediatamente después de este párrafo.
En Chiapas, a pesar de todo lo dicho por el gobierno de aquel estado y por el gobierno federal mismo, la violencia sigue cobrando la vida de decenas de personas sin que haya algún cambio claro en esa realidad que, de hecho, es admitida en la contabilidad oficial, como se puede ver en las gráficas que aparecen inmediatamente después de este párrafo, relativas al número de homicidios en los últimos 36 años en México en el caso de la primera.
Ahí se puede ver que México acumula ya más de 190 mil homicidios en los últimos cinco años y medio, lo que hace del gobierno de López Obrador el más violento desde que se lleva un registro puntual y sistematizado de los homicidios a escala nacional.
Algo similar se puede confirmar al observar la siguiente gráfica elaborada, como la anterior por TResearch International de México, relativa a la manera en que esa violencia afecta a Chiapas, que aparece después de este párrafo y en la que Chiapas aparece como la entidad con mayor aumento en homicidios luego de Tabasco.
Tabasco aparece con un aumento de 262 por ciento en el número de homicidios y Chiapas con uno de 121 por ciento. Ambas entidades son controladas por mayorías de la coalición que sustenta al gobierno de López Obrador, por lo que resulta poco creíble que puedan culpar a alguien más de lo que ocurre en ambos estados.
Hacia el final de la actividad de este martes, una de las más breves en los últimos meses en Palacio Nacional, López Obrador habló de su eventual retiro a su finca en Palenque, así como del futuro de su familia.
La conferencia de este martes tuvo un efecto marginal sobre los mercados cambiarios globales. Ayer, por cierto, se informó que la inflación se mantiene en niveles muy similares a los del año pasado.
La gráfica que aparece al final, tomada de Yahoo Finance, deja ver el efecto que tuvieron los meses de la campaña electoral en la cotización del peso mexicano frente al dólar de Estados Unidos que, aunque minimizada por la presidencia de la República es notable como se puede observar al ver el crecimiento de la curva que da cuenta de esa cotización.
