La diócesis católica de San Diego se declaró en bancarrota después de 450 demandas de abuso sexual infantil desde 2019.
Si el Tribunal acepta la bancarrota de la diócesis católica de San Diego se suspenderían las demandas de las víctimas de abuso sexual infantil.
SAN DIEGO. — La diócesis católica de San Diego se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 ayer lunes, citando la necesidad de cubrir los costos legales relacionados con los sobrevivientes de abuso sexual. La decisión ha generado controversia, especialmente entre los sobrevivientes que temen que esto pueda retrasar o negar su búsqueda de justicia.
El cardenal Robert McElroy informó a los feligreses y al clero sobre la decisión en una carta el lunes. Si el tribunal acepta esta solicitud, se suspenderían las 450 demandas de abuso sexual infantil contra la diócesis desde 2019.
Voluntarios de la Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) realizaron una conferencia de prensa fuera del tribunal de bancarrota en el centro de la ciudad.
«Nadie habló por nosotros. Esto se siente como un movimiento estratégico para evitar la responsabilidad», dijo Joelle Casteix, una sobreviviente.
Casteix resolvió su propia demanda en 2005 con la Diócesis de Orange County y fue fundamental en la aprobación de una ley de California en 2019 que extendió el plazo de prescripción durante tres años, permitiendo a los sobrevivientes presentar reclamos legales contra la iglesia.
Casteix, ahora voluntaria con SNAP en San Diego, no está de acuerdo con la decisión de bancarrota porque cree que no dará a los sobrevivientes la justicia que merecen.
«Lo que hace es sacar a los sobrevivientes del tribunal civil», dijo Casteix. «Lleva a todos a la bancarrota, donde no son más que papeleo. No son más que una responsabilidad.»
En lugar de la bancarrota, Casteix cree que lo correcto para la diócesis sería trabajar directamente con los sobrevivientes y sus abogados, y que la iglesia exponga quiénes son los depredadores dentro de la Iglesia Católica.
Casteix también cree que esto evitará que futuros niños sean sometidos a abuso sexual en la iglesia católica.
Kevin Eckery, un portavoz de la diócesis de San Diego, dijo que todos se beneficiarían de esta decisión.
«Creo que sin este proceso, si tomáramos cada demanda a medida que llegara, todos los recursos se agotarían después de poder atender a solo diez o menos demandantes», dijo Eckery. «Eso dejaría a todos los demás sin justicia alguna.»
Eckery dijo que han estado negociando con los abogados de los sobrevivientes durante el último año, y presentar la bancarrota fue una decisión conjunta.